sábado, 13 de septiembre de 2014

GEORGES PEREC: PENSAR Y CLASIFICAR; LA VIDA, INSTRUCCIONES DE USO Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PHD. LITERATURA Y FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA


Georges Perec: instrucciones para una vida de palabras



A 30 años de su muerte, la obra del escritor francés que borró los límites entre los géneros sigue sorprendiendo a los lectores. Al ciclo “Celebración de Perec”, que se realizará la semana próxima en Buenos Aires, se suma la edición en español de “Nací”, un libro que reúne sus textos autobiográficos, sus recursos y sus métodos.






  • Referencia:
    - Vásquez Rocca, Adolfo, “Georges Perec; Pensar y clasificar“, en Revista ADAMAR, Nº 26, 2007, Sitio incluido en el Directorio mundial de literatura de la UNESCO. http://adamar.org/ivepoca/node/232


     
    En 1964, Carlos Fuentes publicó un artículo en el suplemento Siempre!, en México, a propósito de la “nueva novela latinoamericana”. Allí refería cierta polémica que había tenido en la televisión estadounidense con Gunther Grass y Alberto Moravia, cuando los tres escritores debatieron sobre la presunta muerte de la novela. Ante el punto de vista de Moravia, quien aceptó la muerte del género, Fuentes señaló que “no es la novela lo que ha muerto, sino precisamente la forma burguesa de la novela y su término de referencia, el realismo, que supone una forma descriptiva y sicológica de observar a individuos en relaciones personales y sociales”. Y concluía: “De la misma manera que las fórmulas económicas tradicionales del industrialismo no pueden copar con la revolución tecnológica, el realismo burgués (o si se quiere, el realismo industrial, tout court ) no puede penetrar las preguntas y respuestas límite de los hombres de hoy”.
    Pese al ultrapromocionado boom de la literatura latinoamericana –que, no olvidemos, fue un fenómeno comercial y no literario–, en otras partes del mundo se estaban haciendo experimentos buscando esas nuevas fórmulas por las que apostaba el autor de La muerte de Artemio Cruz . Y como solía pasar entonces, Francia tenía algo que decir al respecto. Quien lo dude, puede hoy leer la obra de Raymond Roussel (1877-1933), novelista admirado por los poetas surrealistas –que buscaron una realidad que se ubicara por encima de la realidad burguesa–, por Michel Foucault –quien le dedicó un libro– y por Michel Leiris (1901-1990), uno de los más influyentes escritores franceses del siglo XX, que el mundo hispanófono no termina de descubrir.
    A finales de la década de 1950, Roussel y su curiosa manera de plasmar la realidad en la literatura llamaron la atención de Alain Robbe-Grillet (1922-2008), exponente del nouveau roman –vale decir, del grupo informalmente representado por Nathalie Sarraute, Claude Simon y Michel Butor, entre otros–, cuyo rasgo principal se apoyaba en un punto de vista extremadamente objetivo que, en la práctica, relegaba al narrador a ser un mero presentador de personajes espectadores del mundo en el que les tocaba vivir. Pero Roussel también fue importante para el Oulipo (“Ouvroir de Littérature Potencialle”, algo así como “Obrador” o “Taller” de “Literatura Potencial”). Fundado a fines de 1960 por Raymond Queneau (1903-1976) y François Le Lionnais (1901-1984), recogió instancias experimentales ya planteadas por Queneau y Boris Vian (1920-1959), quienes, a su vez, se inspiraron en Alfred Jarry (1873-1907) y la patafísica, doctrina que considera lo extraordinario como normalidad y las reglas como anomalía. En el caso específico de Oulipo, la norma está dada por la restricción de naturaleza matemática, lo cual ha llevado a sus cultores a todo tipo de problemas de resolución literaria anómala: novelas con trama mínima y cientos de finales, sonetos cuyos versos resultan intercambiables, palíndromos gigantescos, etc. Y ésa es la Francia donde Julio Cortázar –otro autor del boom– escribe Historias de cronopios y de famas (1962), Rayuela (1963), La vuelta al día en ochenta mundos (1967), 62 modelo para armar (1968) y Ultimo round (1969).

    Memoria del olvido

    De todos los cultores de Oulipo, acaso el más importante haya sido Georges Perec (1936-1982). Hijo de judíos polacos emigrados a Francia, a los cinco años Perec ya era un huérfano de guerra. Icek Judko Perec, su padre, enrolado voluntariamente en el XII Regimiento Extranjero de Infantería (REI), murió combatiendo a los alemanes el 16 de junio de 1940, seis días antes de que Francia firmara la capitulación. Cyrla Szulewicz, su madre, consiguió que, en el otoño de 1941, su hijo fuera transportado por uno de los últimos convoyes de la Cruz Roja a Villard-de-Lans, un cantón cercano a Grenoble, en el departamento de Isère, en la región de Rhône-Alpes, por entonces libre de las leyes de Vichy. Allí fue recibido por David Bienenfeld y Esther Perec (hermana de Icek), quienes tenían dos hijas: Bianca y Ela. Por su parte, fracasados los varios intentos de abandonar París para reunirse con su hijo, Cyrla fue arrestada por la policía francesa el 23 de enero de 1943 y deportada a Auschwitz el 11 de febrero de ese año. Allí termina su rastro, aunque todo hace suponer que acabó en la cámara de gas.
    Según anota David Bellos, principal biógrafo de Perec y traductor de sus obras al inglés, los Bienenfeld inscribieron a Georges –familiarmente Jojo– en el colegio Turenne, un internado católico de varones. Pese a la relativa seguridad que les ofrecía vivir en el sudeste de Francia, los Bienenfeld debieron prevenirlo sobre la necesidad de ocultar su verdadera identidad. “Sin embargo, con un niño –señala Bellos–, y para no hacer correr riesgos al colegio, hubo que tomar ciertas precauciones. (…) Antes de la partida de Jojo para el colegio Turenne, alguien –tal vez su tío– tuvo que encontrar las palabras para hacerle comprender lo que, bajo ningún pretexto, jamás debía revelar. Georges Perec no se acuerda de ello, porque el único medio del que disponía para obedecer esa orden terminante fue… el olvido. La orden terminante, de la que desconocemos la forma, debió haber tenido la fuerza de un mandamiento: “hay que olvidar”. Bellos entonces se pregunta: “¿Cómo decirle de otro modo a un niño que es peligroso para él dejar escapar (incluso a través de simple fruncimiento de cejas, una mirada) que entiende el yidish, que conoce el alfabeto hebreo, que su padre se llamaba Izie, que vivía en Belleville, que su familia viene de Polonia, que su abuela vende pepinos en vinagre, arenques en salmuera y halvá, que su abuelo nunca está en casa los sábados, que la mayoría de sus compañeros son judíos –en síntesis, que él también es judío? Seguramente se le exigirá que borre todos los recuerdos de su pasado, se le dirá que para él comienza una vida nueva, que el apellido es bretón, que él es francés, y que nunca, absolutamente nunca debe pensar en lo que quedó atrás. Ese fue entonces un acto de olvido de una necesidad vital, pero también fue una traición interior”.
    Así planteadas las cosas, la recuperación de la memoria que la historia le obligó a perder sería en Perec una suerte de expiación y su monumental esfuerzo autobiográfico, la penitencia que él mismo se impuso. Sin embargo, es posible que haya algo más, ya que sus esfuerzos no se limitaron a la recuperación de la memoria de sus padres y de su niñez. De hecho, hay una búsqueda que va mucho más allá y que, sin dudas, lo excede.

    Palabras cruzadas 

    Después de la guerra, Perec se trasladó con sus tíos a París, al distrito XVI, hasta hoy uno de los más ricos de la capital. Allí estudió en el liceo Claude-Bernard y después, nuevamente como interno, en colegio Geoffroy-Saint-Hilaire d’Étampes, comuna situada a 48 km al sudoeste de París. En 1954, ya en la universidad, comenzó unos vagos estudios de historia que abandonó dos años después. Para entonces, trabajaba de lo que pudiera: bibliotecario, archivista, secretario y, sobre todo, articulista para las más diversas publicaciones que podamos imaginar. Entre 1958 y 1959, cumplió con su servicio militar en el XVIII Regimiento de Paracaidistas, ubicado en Idron, localidad cercana a Pau, en el sudoeste de Francia. En 1960 se casó en primeras nupcias con Paulette Pétras para poder instalarse en Sfax, a 270 km de la capital de Túnez, donde ella había conseguido trabajo como docente. Entre 1961 y 1978, año de su consagración total con La vie mode d’emploi (La vida: instrucciones de uso), vivió de un modesto salario como archivista en el Laboratoire Associe 38 del CNRS, dedicado a la investigación médica. Sus ingresos se completaban escribiendo palabras cruzadas para varios medios y con eventuales artículos. En 1976 se enamoró de la cineasta Catherine Binet, quien lo acompañó durante los últimos seis años de su vida. En febrero de 1982, Perec se enteró de que tenía un cáncer de pulmón y que éste ya no era operable porque había hecho metástasis. Murió el 3 de marzo de ese año.
    Desde la prematura muerte de Georges Perec, en 1982, hasta la actualidad, se publicaron no menos de 18 nuevos volúmenes que llevan su firma y que vienen a sumarse a los 17 títulos que había publicado en vida. Esos libros póstumos, ordenados temáticamente, incluyen desde artículos circunstanciales hasta verdaderos relatos, pasando por entrevistas, cartas, textos de tarjetas postales, notas personales, prólogos, reseñas bibliográficas, desgrabaciones de conferencias, respuestas a encuestas y apostillas de todo tipo. La cosa no concluye ahí: todavía estamos lejos de haber terminado con la inmensa cantidad de textos que Perec desperdigó por el mundo en los escasos 46 años que le tocó vivir.
    Con todo, aun cuando al rompecabezas que constituye su obra todavía le falten piezas, es lícito pensar que los núcleos centrales, aquéllos alrededor de los cuales se organiza el dibujo, ya están dispuestos. El mismo los había definido en “Notes sur ce que je cherche” (“Notas sobre lo que busco”), cuando señaló que los libros que escribió están asociados a cuatro campos diferentes, cuatro modos de interrogación que plantean la misma pregunta según perspectivas particulares las cuales determinan, a su vez, un cierto tipo de trabajo literario. Dice Perec, “La primera de esas interrogaciones puede ser calificada de ‘sociológica’: cómo mirar lo cotidiano (…); la segunda es de orden autobiográfico (…); la tercera, lúdica (…); la cuarta, finalmente, concierne a lo novelesco, al gusto por las historias y por las peripecias, al deseo de escribir libros que se devoren panza abajo en la cama”.

    La subversión del yo

    Ahora bien, más allá de las proezas lipogramáticas, de los múltiples juegos matemáticos y de haber escrito una novela sin la letra “e” –la más frecuente en francés– donde se investiga quién se la robó, lo que aquí importa destacar, y lo que probablemente va a quedar, es su monumental proyecto autobiográfico basado en algo así como una subversión del yo. De hecho, Perec no habla de sí, sino de lugares y objetos asociados a su propia experiencia; en síntesis, la materialidad de los días. Con todo eso, inaugura un nuevo concepto de narración en la que se borran los límites genéricos, y plantea una suerte de realismo a ultranza que supera los límites de la mera realidad transformándola en algo extraordinario.
    Llegamos así a un nuevo concepto de literatura autobiográfica que desdeña el aburrimiento que provoca la autonarrativa, la crónica autocentrada, y que permite una nueva mirada sobre los datos que aportan la vida cotidiana y la historia común.


    Dr. Adolfo Vásquez Rocca


    GEORGES PEREC: PENSAR Y CLASIFICAR; LA VIDA, INSTRUCCIONES DE USO  Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PHD. LITERATURA Y FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA

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  • Georges Perèc o la literatura como arte combinatoria, por Adolfo Vásquez Rocca

     VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “ALFREDO JAAR; EL SECUESTRO DE LAS IMÁGENES Y EL PROYECTO RUANDA“, En Almiar MARGEN CERO, Revista Fundadora de la ASOCIACIÓN DE REVISTAS DIGITALES DE ESPAÑA, Año VIII – Nº 44, 2009.<http://www.margencero.com/articulos/new03/jaar_imagenes.html>
              
            
  • Adolfo Vásquez Rocca y Rosi López Arte y Filosofía Contemporánea

  • Georges Perèc; pensar y clasificar 
  • Localización: Konvergencias literatura, ISSN-e 1669-9092, Nº. 5, 2007 , 85-95

Georges Perec fue un escritor peculiar. Amante de la experimentación, del juego literario, del descubrimiento de nuevas vías estéticas, obtuvo el Premio Renaudot en 1965 con su primera novela, Las cosas. Dos años más tarde se unió al OuLiPo (Taller de Literatura Potencial), creado por Raymond Queneau y François Le Lionnais en 1960, y del que formaban parte escritores (Italo Calvino, por ejemplo), matemáticos y pintores (Marcel Duchamp). Directamente ligado al Colegio de Patafísica, el objetivo del OuLiPo era la búsqueda de formas y de estructuras nuevas que podrán ser utilizadas por los escritores como mejor les parezca, todo esto, por lo general, mediante la unión de la literatura con las matemáticas.
Bajo esta influencia Perec compuso la mayor parte de su obra literaria: en La desaparición no aparece ni una sola vez la letra “e” (la más común en francés y que, en su traducción española, fue sustituida por la “a”); en oposición, en Les revenentes, sólo utiliza esa vocal. En Alphabets, no repite ninguna consonante sin haber usado antes todas las restantes del alfabeto, y en su novela más conocida, La vida: instrucciones de uso (1978), articula la trama mediante el movimiento del caballo en el ajedrez.
Si bien en Las cosas esta experimentación todavía no ha aflorado, sí se perciben en ella otros rasgos que serán constantes en la literatura de Perec. Uno de los más llamativos es la descripción al detalle basada en objetos, en posesiones, en cosas. Perec recurre con frecuencia a la enumeración de artículos que, lejos de ser una retahíla insustancial de elementos de catálogo, se convierte en la clave definitoria de cada personaje. En realidad, en esta su primera novela se erige en el centro de la historia. Son las cosas, que se poseen o que se anhelan, las que escriben el devenir de la pareja protagonista, Sylvie y Jérôme.
Conocemos la vida actual de estos jóvenes parisinos, su pasado y su proyección de futuro a partir de lo que tienen o dejan de tener, de aquello (material, vendible) que observan con fruición desde el otro lado del escaparate. Pasean por las suculentas calles de París atestadas de manjares, prendas de vestir a la última moda, muebles de lujo, antigüedades tentadoras. Opulencia y consumismo.
Les habría gustado ser ricos. Creían que habrían sabido serlo. Habrían sabido vestir, mirar, sonreír como la gente rica. Habrían tenido el tacto, la discreción necesarios. Habrían olvidado su riqueza, habrían sabido no exhibirla. No se habrían vanagloriado de ella. La habrían respirado. Sus places habrían sido intensos. Les habría gustado andar, vagar, elegir, apreciar. Les habría gustado vivir. Su vida habría sido un arte de vivir.
Su satisfacción, su confortabilidad, su felicidad al fin y al cabo descansa sobre la idea de riqueza. No son los objetos, o la vida que una buena cuenta corriente les permitiría disfrutar lo que les nubla la vista, sino el dinero que hay tras todo ello; es decir, simple y puramente la riqueza.
Quieren la superabundancia, y esa ambición determina sus decisiones, sus relaciones, sus compromisos. Todo lo que hacen, lo que piensan, todo a lo que renuncian es medido y valorado en función de lo que no tienen pero deberían tener. Esa inmensidad paraliza sus acciones y sus disfrutes. El cristal que los separa del objeto ansiado también los separa de ellos mismos, de la vida que se les escapa de los dedos a cada segundo mientras suspiran por la fortuna ajena.
En el mundo en que vivían, era casi de rigor desear siempre más de lo que se podía adquirir. No eran ellos quienes lo habían decretado; era una ley de la civilización. […] En nuestros días y en nuestros países cada vez hay más personas que no son ni ricas ni pobres: sueñan con riquezas y podrían hacerse ricas: ahí es donde empiezan sus desgracias.
Esta novela fue escrita en la década de los sesenta, cuando todavía el nivel de consumismo, de derroche, no era ni mucho menos como lo es en la actualidad. Estamos rodeados por carteles que nos gritan que seremos más felices cuanto más tengamos, quiero decir, cuanto más compremos. En efecto, siempre deseamos más de lo que tenemos y cada vez a niveles más altos. El gran problema aparece cuando la altura de nuestros deseos nos impide ver lo que efectivamente hemos logrado.
Sylvie y Jêrôme pasan sus años oprimidos por la riqueza que creen merecer, por los objetos que desean, por la vida que codician. Fuera de eso, sólo les queda el vacío y una comida insípida.
Una excelente novela que puede servir como suculento aperitivo para lo que todavía no conozcan a Georges Perec y, además, una lectura casi necesaria para los tiempos que corren.
Editorial Anagrama

‘PENSAR Y CLASIFICAR; GEORGES PEREC, ESCRITOR Y TRAPECISTA’. Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D.





Adolfo Vásquez Rocca / GEORGES PERÈC; PENSAR Y CLASIFICAR

… el resto es literatura.
 Art STEVEN KLEIN | Case Study #13_1280

Referencia:
- Vásquez Rocca, Adolfo, “Georges Perec; Pensar y clasificar“, en Revista ADAMAR, Nº 26, 2007, Sitio incluido en el Directorio mundial de literatura de la UNESCO. http://adamar.org/ivepoca/node/232
He olvidado las razones que me hicieron escoger, a los doce años, Tierra del Fuego para instalar allí­ W: los fascistas de Pinochet se han encargado de dotar a mi fantasma de un último eco. Hoy varios islotes de Tierra del Fuego son campos de deportados
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Introducción
Clasificando el mundo para comprenderlo a su modo, Georges Perèc no cesó de trastocar las convenciones de lo sensible y las jerarquías establecidas. Su mirada confiere a la trivialidad, a los seres y a las cosas cotidianas una densidad inesperada que nos turba y nos maravilla.
Georges Perèc es uno de los escritores más interesantes e imaginativos del siglo XX que, además de haber sido el creador de los crucigramas semanales de la revista Le Point, de París, realizó guiones cinematográficos, varias novelas, poesías, ensayos literarios y sorprendentes piezas teatrales. Georges Perèc, continua siendo casi desconocido para el gran público, a pesar de que existen traducciones de sus obras a 15 idiomas y goza de celebridad entre autores –para quienes constituye una inspiración– como es el caso de Raúl Ruiz[1], al modo como Jean Genet lo constituyo para Sartre.
La imagen que Perèc dejó tras de sí es mitológica. Hombre de infatigable libertad, para quien las palabras eran el medio de imponer eternidad a los objetos, fue perfeccionando con minucia el retrato que iba a dejar a la posteridad.
Desde hace más de una década, París ha sido poseído por el culto a Perèc, que se refleja en los incontables grupos teatrales, asociaciones de vecinos y clubes con su nombre. Todo autor francés de crucigramas ha desafiado alguna vez a sus lectores con los palíndromos, anagramas, heterogramas, homofonías, “bolas de nieve” y demás dramas alfabéticos en los que Perèc era un consumado maestro. Quienes lo conocieron dicen que era un hombre extraño, tierno, alegre, atento, curioso, con una inusual conciencia de su lugar en la historia.
Vestía siempre una camisa de cuello alto, se cortaba el pelo al rape y sus enormes ojos verdes, que centelleaban ante la menor respiración de la vida, le conferían un cierto aire seductor, disipado por los infinitos lunares y verrugas en las mejillas y las orejas apantalladas.
Dos años después parecía otra persona. Se había dejado crecer una barba desflecada en la mandíbula, que casi en seguida se volvió gris. El pelo enmarañado sobre la frente y los ojos, cada vez más abiertos, cada vez más asombrados, dominaban una cara radiante de tierna lucidez.
Desde comienzos de los 60, Perèc trasegaba las calles de París en busca de lo que él llamaba “las hierbas perdidas de la ciudad”: balcones, sillas de café, señales del metro, melodías cantadas por los vagabundos, frases hechas, listas de compras, sellos postales, boletas de supermercado.
De su infancia desgarrada dará cuenta mucho más tarde, en una obra de título enigmático, W. Allí evocará Isy, al padre que murió combatiendo en junio de 1940, y a Cyrla, la madre desaparecida tres años después en los crematorios de Auschwitz. Evocará la carencia de amor y la sorprendente felicidad de no necesitar el amor.
Unos tíos a los que casi nunca veía, le permitieron graduarse como sociólogo y trabajar como investigador en el célebre Centre National de la Recherche Scientifique. Todo el resto es literatura.
A fines de los 50, devorado por una fugaz fiebre política, publicó artículos combativos en las revistas Partisans y Cause commune, y con un dúo de amigos, Roland Barthes y Henri Lefevbre, fundó el grupo ‘Argumentos’, cuya única finalidad era conversar.
Luego, los tres se apartaron para escribir. Lo hacían frenéticamente, con saña, como si el próximo minuto de vida dependiera de la próxima palabra. En 1965, Perèc publicó Les choses. Su éxito fue fulgurante.

1. Georges Perèc o la Literatura como Arte Combinatoria

Una lista de las pinturas colgadas en una galería de arte, 81 variaciones sobre una receta de cocina para principiantes, una simple enumeración de cosas o de suposiciones, una serie de datos precisos acerca de sucesos intrascendentes, no parecen configurar la estructura ideal para el trabajo de un escritor.
¿Que interés artístico puede tener la simple enumeración de algunas de las infinitas posibilidades de ordenar los libros de una biblioteca…? Es difícil que un amante de los crucigramas, los acrósticos y las fugas de vocales pueda llegar a considerar a estos trabajosos pasatiempos como formas literarias. Sin embargo en obras como La vida instrucciones de uso[2] (1978) Georges Perèc[3], escritor y trapecista, escritor de culto y amigo de Raúl Ruiz, demuestra a través de una sucesión de descripciones –articuladas según el arte combinatoria– una apasionante forma de describir el universo partiendo sólo de lo hallado en una casa.
En 1965 Perèc obtiene el premio Renaudot por su primera novela –Les chosesLas cosas[4] donde narra la progresiva desaparición de un joven matrimonio de diletantes parisinos entre sus aspiraciones sociales y sus ansias revolucionarias. En 1967, junto al extraordinario novelista Raymond Queneau[5] –miembro del Colegio de Patafísica[6], director de la Encyclopédie de la Pléiade– y el matemático Françoise Le Lionnais forma OULIPO (Ouvroir de Littérature Potentielle “Taller de literatura potencial”), que entre sus miembros llegó a contar con figuras como Nöel Arnaud, Marcel Bénabou, Italo Calvino, Marcel Duchamp, Luc Étienne, y Albert-Marie Schmidt entre otros. El objetivo del grupo era explorar el potencial combinatorio de aquellas coerciones formales como la gramática y las reglas de estilo, persiguiendo siempre la expansión del campo de posibilidades narrativas. Explorar los juegos y las combinatorias posibles dentro de las reglas convencionales de la literatura.
El inclasificable talento narrativo de Perèc crece bajo la influencia, precisamente, de los experimentos realizados al interior del OULIPO. Oulipo fue una de las últimas vanguardias, o una de las primeras neovanguardias, capaz de abrir las ventanas de la ficción al aire puro de la ciencia y la combinatoria matemática, y cuyo Atlas de littérature potentielle acaba de reimprimir ‘Gallimard’, un catálogo de máquinas textuales para la creación literaria (palíndromos, como el de 5.000 palabras pergeñado por el propio Perèc, anagramas, lipogramas como el que da razón de su novela La disparition, crucigramas, juegos de repetición y recurrencia, caligramas, estructuras combinatorias y otros mecanismos a los que el lector se podrá asomar en el manual de Màrius Serra, Verbalia. Juegos de palabras y esfuerzos del ingenio literario (Península, 2001).
En 1969 Perèc presenta su novela La Disparition[7] (El Secuestro), una novela policial que relata la misteriosa desaparición de Tonio Vocel y una secuencia delirante de maldiciones, asesinatos, incestos, venganzas y todos los componentes de una tragedia pequeño burguesa: banquetes, accidentes de tránsito, pistas falsas, policías rudos, informes desclasificados de inteligencia, variaciones del Zahir borgeano, paráfrasis a Melville, citas a un desconocido poeta chileno, descripciones de vestidos Chanel color gris o blanco, discusiones sobre arte moderno, variaciones sobre música docta, la utilización arbitraria de algunas palabras, cartas testimonio delirantes, y la desaparición o secuestro de la letra “e” (la más utilizada en la lengua francesa), que en el excelente trasvasije del equipo traductor derivó en la desaparición o secuestro de la letra “a” en nuestra lengua castellana, tan omnipresente como su contraparte francesa. Georges Perèc construyó su obra a base de desafíos y artificios: escribir una novela prescindiendo de la letra “e”, la vocal más común en francés, o construir una narración siguiendo los pisos de un edificio. Ahora se publican por primera vez en español Me acuerdo, unas peculiares memorias en las que se prescinde de la cronología para acumular casi 500 frases que empiezan con las dos palabras del título.
La obra de Perèc decodifica su brillante imaginería para construir un relato en que las formas y sus limitaciones se convierten en un organismo expresivo que expande y contrae al mismo tiempo las reglas de la escritura novelística, arrastrando esa ilusión pictórica que es la pequeña historia natural del hombre hacia registros de diversa naturaleza, hacia una polisemia textual, al modo de las paradojas en el cine chamánico de Raúl Ruiz, el Zahir borgeano, el alfabeto Creador, el arte combinatorio, todo esto, cruzado por citas de un desconocido poeta chileno que prefiere “emanar una identidad velada”, así como por la práctica de la intertextualidad.

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Las cosas

Georges Pèrec - Les Choses
Georges Pèrec – Les Choses

ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D


Ahora bien, se pueden tener fundadas presunciones acerca de que este poeta no es otro que Juan Luis Martínez[8], el autor de la Nueva novela[9], entre las que se cuentan el carácter experimental de su poesía, su juego desestabilizador de estructuras y géneros narrativos, la inclusión de puzzles, crucigramas y caligramas de poesía china, pero sobretodo el título, en La nueva novela, de uno de sus poemas y la dedicatoria de otro de ellos, a saber, en el primer caso “La desaparición [La Disparition] de una familia” y, en el segundo, la dedicatoria del poema o artefacto “La grafología” a Françoise Le Lionnais – el matemático y fundador junto a Queneau del Ouvroir de Littérature Potentielle.
Tras este breve excursus volvamos sobre la obra de Perèc, ahora para referirnos a la que es, seguramente, su obra más importante, La vida instrucciones de uso.

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2. La vida, instrucciones de uso

 

La vida instrucciones de uso no es más que una descripción de una finca, pero tan barroca y pormenorizada que llegará a cubrir buena parte de la historia, geografía, política y bellas artes del último siglo.
Cada uno de sus breves capítulos está dedicado a una estancia del edificio, el comedor del tercero a la derecha; el dormitorio de los Foulerot; un tramo de escaleras y consiste en una descripción meticulosa y exacta de la habitación y de los objetos allí presentes: mobiliario, adornos, cuadros y estampas, cualquier cosa nos será dibujada con palabras, tantas como sea necesario para evitar ambigüedades: las descripciones de centenares de objetos podrían ser recuperadas para un catálogo de venta por correo, siendo más fieles y vivaces que muchas fotos. Si, por casualidad, se encontrase alguien en la pieza bajo estudio (persona, animal o recuerdo de antiguo inquilino), también nos será descrito, con menos énfasis en lo físico que en sus ocupaciones y breve biografía. En caso de existir anécdotas interesantes protagonizadas por el personaje, o por alguien muy próximo, nos serán relatadas en este momento.
Algo no muy distinto a lo que ha hecho Ruiz al adaptar al cine En búsqueda del tiempo perdido de Proust.
Capítulo a capítulo, el libro se enriquece con una variada colección de objetos, personas e historias que poco a poco, al establecerse nexos entre ellos, van dibujando algo mucho mayor que una simple aglomeración de habitaciones, tal como las teselas de un mosaico van formando una figura: una “novela de novelas”, riquísima, con interesantes personajes cuyas aventuras se extienden, durante décadas, por varios océanos y continentes. Dentro de todas ellas, un par de metáforas de la novela: el pintor que quiere representar en un gran lienzo a todos los inquilinos de la casa, presentes y pasados, y el inglés excéntrico que dedica su vida a no dejar huella, mediante un complicadísimo procedimiento en el que los puzzles juegan el papel principal. Como prueba del abrumador contenido del libro, varios índices al final: de nombres, cronologías e historias.
Es en el preámbulo a su La vida instrucciones de uso nos ofrece como clave de la novela una defensa del hecho epistemológico del puzzle o rompecabezas (es el conjunto el que determina a los elementos), seguido de una sucinta descripción de las piezas que lo constituye.
La vida instrucciones de uso[10] se pretende la mirada parcial pero totalizadora de un edificio, sus lugares y sus habitantes. Cada nuevo capítulo supone la descripción exhaustiva de un espacio, según sean los objetos dispuestos sobre las mesas (según sean estas mesas y el resto del mobiliario), los cuadros sobre las paredes (y lo que en ellos queda ilustrado). Dispuesta la escena, según sea el momento, se sucede la posibilidad de una historia, ya sea de lo que acontece o lo que ha acontecido, a partir de lo cual revisa antecedentes o consecuencias.
El estilo de Georges Perèc es muchas veces árido, semejante al de un acta policial, notarial o forense. El autor intenta mantenerse neutral frente a lo descrito, por lo que, para no discriminar lugares, objetos o personas, lo retrata todo con la misma meticulosidad, nos parezca o no relevante.
En la reiteración obsesiva de sus descripciones, enumeraciones y clasificaciones de objetos se puede advertir un fijar la atención minuciosa y escrutadora sin menoscabo del carácter provisorio que bajo su mirada adquiere cualquiera realidad.
Es en este sentido que la obra de Georges Perèc tiene la vocación del catálogo. Es por eso que resulta tan fascinante como el hecho del catálogo mismo, armado en función de un propósito, cual ordenamiento arbitrario de la realidad (o una parte de ella) para quedar como su referente, profuso en la descripción de su escenario.
El catálogo siempre nos sobrepasa, en su extensión no cabe agotarlo; como el diccionario, se convierte en referencia y, al margen de su naturaleza, como ilustración que lo sitúa y determina en el paisaje de lo escrito. Se trata de una lista convenida, el resultado de una pesquisa hecha en función de uno o varios parámetros. Se asume convenida a pesar de que, en primera instancia, pudiera parecer aleatoria. Y es en tales términos que se convierte en un reto, a partir de los objetos, personas o ideas que son puestos en evidencia, ordenados de tal o cual modo que uno debe descubrir los lineamientos que hacen posibles el rigor del catálogo. Se trata entonces, como en la novela policíaca –otra máquina de rigores– de un juego en el que queda representada la gesta trágica del héroe, desdoblada en sus alcances sobre el lector, quien –en una continuidad de parques– acaba por recorrer (y ser parte de) el laberinto, trampa que esconde el último sinsentido de toda historia.
Aquí el espacio circunscrito por la narración tiene rasgos próximos a las escenas oníricas donde nuestra vitalidad se nutre de la obliteración sucesiva de la conciencia, alejándonos de este modo de nuestra historia, hundiéndonos en una oscuridad que advertimos como falla constitutiva de la memoria.
La escritura puede, sin embargo, dispensar a nuestra memoria, a la consciencia de nuestro vivir: las palabras le brindan consistencia a los itinerarios vanos del movimiento por el que las cosas se digieren a sí mismas en nosotros. Así, esta necesidad de enumerar y clasificar, de pensar y describir, bien puede resultar la irrenuencia de una aspiración de ser. Sin embargo, hecha esta concesión, es preciso señalar que lo que resta en la escritura no es el sujeto ni su historia, el yo ni las cosas, sino el vacío de una historia, su mero itinerario sin rumbo definido ni finalidad. De modo que la aspiración de ser no significaría ya el ser que aspira a constituirse o permanecer, sino el que resulta aspirado en la escritura quedando tan sólo la huella impresa del vacío que el mismo ser es.
En la obra de Perèc existe una vocación de arqueólogo de lo sentimental. A lo largo de sus páginas, los personajes cobran consistencia gracias al catálogo que determina sus vidas, situándolos en medio de intrigas melodramáticas, misteriosos vínculos con objetos y síntomas compulsivos que dan lugar a aquellos particulares diagnósticos, heredados de la patología de autores de la modernidad decimonónica[11]. Se trata de un breve museo íntimo que servirá para anclar la existencia de estos personajes al inventario a partir del cual se reconocen y alinean. El catálogo, pues, determina las posibilidades de su historia, y su lugar en la trama.

3. Las cosas


 


 Georges Pèrec – Les Choses

Así también en su novela Las cosas[12] los actos pueden leerse -como caligramas- en las cosas, viene dicha, en varios niveles, su procedencia y su uso. Distendido, pero con vocación clínica, Perèc hace la descripción que enumera y significa los objetos según una acción que se sucede en la inercia que supone el misterio revelado detrás de su enlistado. Dos mundos quedan superpuestos en tal descripción, el de las cosas, que en tal orden y sucesión suponen una expectativa (y por tanto, una carencia), un gusto (y por tanto una mirada), un conocimiento (y por tanto, una cifra). Esta el mundo de las cosas y el mundo que dice a las cosas, separación que parece arbitraría en la tensión paradójica de su mutua dependencia.
En Las cosas, la rígida separación sucesiva del catálogo es desleída en una descripción que suple -a la manera de Balzac en de Zapa- una mirada posible, recorrido que podría ser emulado por una cámara, para que el lector, como entendido, lea en la disposición del escenario la naturaleza del crimen. Al igual que en un grabado de Durero, donde cada cosa y disposición le dice algo al entendido. Hay una vocación irresistible de Perèc por el signo, tan lleno de posibles referencias -o claves- en uno u otro contexto -no siempre dicho- inerme en su sentido para quien no puede o no tiene una lectura exhaustiva, y por tanto, perdido por omisión de su intención original.
En las primeras páginas de Las cosas, Perèc se dedica a describir lo que nos revela después como un anhelo aún no conseguido, por los dos personajes centrales (y su círculo de amigos) que viven a través de los objetos que acumulan, desechan, añoran y consiguen. Son las cosas en su sucesión las que permiten la acción de la novela, desposeída de finalidad última (una desvirtuada felicidad en términos aristotélicos) que constituyen el grado cero de la novela burguesa, sin redención posible, desesperada en una acumulación frente a la nada.
Pero ante el vacío queda la posibilidad de sostenerse (o de menos, asirse) en la cuerda floja del texto, novelado en su agotamiento como negación que señala y evidencia sus mecanismos, como máquina revelada desde la que cabe descifrar la naturaleza de lo sagrado, que se escurre en el trazo del plano cartesiano que da un lugar a cada elemento que constituye al paisaje narrado. Es en la perversidad natural de este esquema -en la necesidad que se tiene de un ordenamiento a pesar de se inutilidad final- que Perèc redime al mundo, desde el gesto hecho signo, de sus coordenadas. Roto, fragmentado, el plano cartesiano pierde sentido, cada mínimo espacio de la cuadricula cumple con una taxonomía pero no con un sentido. De ese trazo, Perèc deriva al que produce un rompecabezas.

4. W, o el recuerdo de la infancia

Otro ejemplo de catálogo en Perèc lo tenemos en su novela W o el recuerdo de la infancia[13] donde Perèc realiza lo que se podría entender, por una parte, como la práctica del comentario exegético propio de la hermenéutica judía, y por otra, como una aproximación a una narrativa de estructura hipertextual[14].
Aquí, en primera instancia no es posible establecer una secuencia lineal en la que ocurren los acontecimientos, sino, a lo menos, tres ejes de narración: el relato del rastreo de un hombre con falsa identidad al que se le encomienda una misión; la descripción institucional –sistemas de valores, leyes y costumbres– de una comunidad fueguina fanática del deporte llamada W; y las ensoñaciones de un hombre que presenta su infancia manipulando los recuerdos de su niñez.
En esta última secuencia es que Perèc bifurca el ya bifurcado texto central, realizando comentarios y comentarios de comentarios; generando con ello una estructura cada vez más compleja en la que se desplaza constantemente el centro de atención. Esto plantea desafíos al lector que deberá primero sobreponerse a la creencia de que es un libro mal escrito, y segundo deberá ser capaz de transitar de una secuencia narrativa a otra encontrando los puntos de intersección que comuniquen de un modo casi siempre no explicito las unidades de lectura. De este modo, el lector también deberá atenerse a la posibilidad de que el texto se multiplique exponencialmente, atisbando con ello una mirada al infinito; o hacia varios infinitos pues la geometría tanto cabalística como hipertextual establece constructos ordenados con varios centros.
Sin embargo, si se tratara de descubrir un mismo fondo a partir del cual se articulan las distintas secuencias narrativas, éste sería, el problema del poder. En efecto se advierte una preocupación fundamental acerca de las instituciones y los totalitarismos políticos, incluso cercanos:
He olvidado las razones que me hicieron escoger, a los doce años, Tierra del Fuego para instalar allí W: los fascistas de Pinochet se han encargado de dotar a mi fantasma de un último eco. Hoy varios islotes de Tierra del Fuego son campos de deportados”[15].
El orden interno de la obra sería, entonces, el de la meditación sobre el poder desde distintas perspectivas, logrando con ello una visión desde la marginalidad.
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4. W, o el recuerdo de la infancia

Filosofía Contemporánea ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D


Filosofía Contemporánea ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D



Adolfo Vásquez RoccaPontificia Universidad Católica de Valparaíso
Universidad Andrés Bello UNAB
Universidad Complutense de Madrid
E-mail: adolfovrocca@gmail.com

TRAYECTORIA ACADÉMICA
 
 
 
 
Adolfo Vásquez Rocca
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
Universidad Andrés Bello UNAB
Universidad Complutense de Madrid
E-mail: adolfovrocca@gmail.com

TRAYECTORIA ACADÉMICA

Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV, mención Filosofía Contemporánea y Estética. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés Bello UNAB. Profesor de la Escuela de Periodismo, Profesor Adjunto Escuela de Psicología y de la Facultad de Arquitectura UNAB Santiago. – En octubre de 2006 y 2007 es invitado por la ‘Fundación Hombre y Mundo’ y la UNAM a dictar un Ciclo de Conferencias en México. – Miembro del Consejo Editorial Internacional de la ‘Fundación Ética Mundial‘ de México. Director del Consejo Consultivo Internacional de ‘Konvergencias‘, Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo, Argentina. Miembro del Consejo Editorial Internacional de Revista Praxis – Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional UNA, Costa Rica. Miembro del Conselho Editorial da Humanidades em Revista, Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil y del Cuerpo Editorial de Sophia –Revista de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador–. –Secretario Ejecutivo de Revista Philosophica PUCV. –Asesor Consultivo de Enfocarte –Revista de Arte y Literatura– Cataluña / Gijón, Asturias, España. –Miembro del Consejo Editorial Internacional de ‘Reflexiones Marginales‘ –Revista de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM. –Miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) con sede en Bruselas, Bélgica. Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. – Profesor visitante Florida Christian University USA y Profesor Asociado al Grupo Theoria –Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado– UCM. Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello. Artista conceptual. Ha publicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008. Invitado especial a la International Conference de la Trienal de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale 2011


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ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D

 

Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV, Teoría del Conocimiento y Pensamiento Contemporáneo. Áreas de Especialización Antropología y Estética.
(2013) Investigador y Profesor Adjunto del Magíster en Biología-Cultural dirigido por el Dr. Humberto Maturana dictado por Matríztica y Universidad Mayor.
(2012) Consultor Experto del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad (CNIC).
(2012) Investigador Asociado a la Escuela Matríztica de Santiago – dirigida por el Dr. Humberto Maturana.
(2009 - 2012) Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello.
(2009 - 2010) Profesor visitante en Florida Christian University, EE.UU.
(2007 -  2012) Profesor visitante de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, semestre de otoño 2007, BUAP
(2006 - 2012) Profesor de Estética en Escuela de Arquitectura UNAB, Universidad Nacional Andrés Bello.
(2006 - 2012) Profesor de Fundamentos Culturales de la Comunicación. Escuela de Periodismo UNAB, Universidad Nacional Andrés Bello.
(2006 - 2010) Profesor de la Escuela de Psicología UNAB, Universidad Nacional Andrés Bello.
(2006 - 2007) Profesor invitado de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM, Universidad Nacional Autónoma de México.
(2006 - 2007) Profesor del Magister de la Escuela de Psicología  "Psicopatología, Subjetividad Y Cultura" (Etnopsicología y Diplomado en Psicología Clínica).
(2005 - 2012) Profesor Asociado Grupo THEORIA Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado. UCM.
(2005 - 2010) Profesor de Antropología, Escuela de Medicina UNAB, Universidad Nacional Andrés Bello.
(2005 - 2010) Profesor de Antropología Filosófica y Estética, Departamento de Artes y Humanidades UNAB, Universidad Nacional Andrés Bello.
(2005 - 2008) Profesor de Postgrado, Instituto de Filosofía PUCV, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
(1995 - 1998) Director de Investigación Teoría del Conocimiento -Theory of Knowledge Tok- en The Mackay School - Bachillerato Internacional, International Baccalaureate.
(1993) Profesor del Seminario "Lógica Contemporánea 'Wittgenstein y El Círculo de Viena", Instituto de Filosofía PUCV, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.


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ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D
 
  ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
Universidad Complutense de Madrid
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‘PENSAR Y CLASIFICAR; GEORGES PEREC, ESCRITOR Y TRAPECISTA’. Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D.
LA ANTIPOESÍA DE NICANOR PARRA Y EL LENGUAJE DEL ARTEFACTO Por “Adolfo Vásquez Rocca”


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Adolfo Vasquez Rocca Doctor en Filosfía
 
 
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[1] VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, Raúl Ruiz, l’enfant terrible de la vanguardia parisina; la poética del cine en Almiar -© Margen Cero- Madrid, 2006
[2] PEREC, Georges, La vida instrucciones de uso, Ed. Hachette, Madrid, 1987.
[3] Georges Perèc nace el 7 de marzo de 1936 en París, de padres polacos.
[4] PEREC, Georges, Les choses, Paris: Julliard, 1965.
[5] QUENEAU, Raymond, escritor y matemático francés. Tras un primer contacto con el surrealismo, Queneau inició una evolución más personal que se caracterizó por la tendencia a tomar el lenguaje como elemento de experimentación formal, cuya máxima manifestación serían los Ejercicios de estilo (1947), que presentan hasta 99 formas distintas de contar un mismo y trivial episodio ocurrido en un autobús. Su pasión por las matemáticas, los enigmas y los juegos estratégicos, le sirvió para construir mundos científico-imaginarios que él denominaba “patafísicos”: Les temps mêlés (1941), Saint Glinglin (1948). Autor poco dado a las confesiones y a las intimidades, a pesar de algunas novelas que podrían considerarse autobiográficas, su universo literario está construido con grandes dosis de humor inteligente e ironía, que a veces roza el absurdo, como en Zazie en el metro (1959).
[6] VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, Artículo Alfred Jarry: patafísica, virtualidad y heterodoxia, Zona Moebius, United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization, año 3 / noviembre – diciembre 2005.
[7] PEREC, Georges, La Disparition, Denoel Editions, 1969.
[8] Juan Luís Martínez (1942-1993), poeta que a fines de los 70 y principios de los 80 irrumpió en la escena lírica chilena con una poesía rupturista, escéptica e iconoclasta, incomprendida por buena parte de la crítica y rechazada por más de un editor. Los versos de Martínez han circulado por más de 20 años como fotocopias, aunque ahora la situación empieza a cambiar. La Nueva Novela –curiosamente a pesar del nombre– obra paradigmática de la vanguardia poética chilena se ha convertido en un objeto de un nuevo culto, el de la tacha de la autoría y la disolución del autor. Ver Artículo “La reconfiguración del concepto de autor. Alteridad e Identidad en la poesía de Juan Luis Martínez”, En Cyber Humanitatis Nº 33 (Verano 2005), Revista de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile ISSN 0717-2869.
[9] En La nueva novela, obra paradigmática de la neovanguadia poética chilena, J. L. Martínez anticipa la escritura hipertextual, bajo el soporte de un libro para armar, desentrañar, recorrer, en algún sentido completar o construir, esto a partir de las tareas poéticas que aparecen allí prescritas, o los diversos enlaces con los que están tejidos problemas de física y matemática con otros de gramática, sintaxis e incluso ética.
Es imposible reseñar todos los juegos fantásticos del pensamiento, de la palabra, del contexto tipográfico y autoral, que esta obra nos presenta. Los textos de La nueva novela tienen la estructura del problema lógico, físico o matemático, con un espacio en blanco para su resolución, o con la solución misma a pie de página.
[10] PEREC, Georges, La vida instrucciones de uso, Ed. Hachette, Madrid, 1987
[11] Como Poe, baste como ejemplo la minuciosa descripción que hace de la habitación de Roderick Usher en La caída de la Casa Usher.
[12] PEREC, Georges, Las Cosas, René Julliard, 1965.
[13] PEREC, George, W o el recuerdo de la infancia, Ed. Península, Barcelona, 1987.
[14] Ver “El Hipertexto y Las nuevas retóricas de la postmodernidad; textualidad, redes y discurso ex –céntrico”, Adolfo Vásquez Rocca, en PHILOSOPHICA, Revista del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile, Volumen 27, 2004.
[15] PERÈC, Georges, W o el recuerdo de la infancia, París-Carros-Blévy.
ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D




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ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D

 
ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
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‘PENSAR Y CLASIFICAR; GEORGES PEREC, ESCRITOR Y TRAPECISTA’. Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D.
LA ANTIPOESÍA DE NICANOR PARRA Y EL LENGUAJE DEL ARTEFACTO Por “Adolfo Vásquez Rocca”


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Adolfo Vasquez Rocca Doctor en Filosfía
ENTREVISTA:
La Filosofía como teoría erótica. Entrevista a Adolfo Vásquez Rocca PhD“. Entrevista en ‘ALCANCES‘ Vol.I, Nº 1, año 2010 – REVISTA DE FILOSOFÍA – de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNIVERSIDAD DE CHILE.
http://www.alcances.cl/ver-articulo.php?id=81
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LIBROS

VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo
Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008. 221 páginas | I.S.B.N.: 978-84-7822-523-1


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ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D

Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV, mención Filosofía Contemporánea y Estética. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés Bello UNAB. Profesor de la Escuela de Periodismo, Profesor Adjunto Escuela de Psicología y de la Facultad de Arquitectura UNAB Santiago. – En octubre de 2006 y 2007 es invitado por la ‘Fundación Hombre y Mundo’ y la UNAM a dictar un Ciclo de Conferencias en México. – Miembro del Consejo Editorial Internacional de la ‘Fundación Ética Mundial‘ de México. Director del Consejo Consultivo Internacional de ‘Konvergencias‘, Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo, Argentina. Miembro del Consejo Editorial Internacional de Revista Praxis – Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional UNA, Costa Rica. Miembro del Conselho Editorial da Humanidades em Revista, Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil y del Cuerpo Editorial de Sophia –Revista de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador–. –Secretario Ejecutivo de Revista Philosophica PUCV. –Asesor Consultivo de Enfocarte –Revista de Arte y Literatura– Cataluña / Gijón, Asturias, España. –Miembro del Consejo Editorial Internacional de ‘Reflexiones Marginales‘ –Revista de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM. –Miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) con sede en Bruselas, Bélgica. Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. – Profesor visitante Florida Christian University USA y Profesor Asociado al Grupo Theoria –Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado– UCM. Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello. Artista conceptual. Ha publicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008. Invitado especial a la International Conference de la Trienal de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale 2011



‘PENSAR Y CLASIFICAR; GEORGES PEREC, ESCRITOR Y TRAPECISTA’. Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA DR. EN FILOSOFÍA Y LETRAS
- Vásquez Rocca, Adolfo, “Pensar y clasificar; Georges Perec, escritor y trapecista”, En Escaner Cultural, Revista de Arte Contemporáneo y Nuevas Tendencias, Santiago, 2007, “He olvidado las razones que me hicieron escoger, a los doce años, Tierra del Fuego para instalar allí­ W: los fascistas de Pinochet se han encargado de dotar a mi fantasma de un último eco. Hoy varios islotes de Tierra del Fuego son campos de deportados15. - VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “PENSAR Y CLASIFICAR; GEORGES PEREC, ESCRITOR Y TRAPECISTA”, En Escaner Cultural, Revista de Arte Contemporáneo y Nuevas Tendencias, Santiago, 2007,- Vásquez Rocca, Adolfo, “Georges Perec; Pensar y clasificar“, en Revista ADAMAR, Nº 26, 2007, Sitio incluido en el Directorio mundial de literatura de la UNESCO. http://adamar.org/ivepoca/node/232

 

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LITERATURA: PERÈC; PENSAR Y CLASIFICAR Por Adolfo Vásquez Rocca

Adolfo Vásquez Rocca / GEORGES PERÈC; PENSAR Y CLASIFICAR

… el resto es literatura.Referencia:- Vásquez Rocca, Adolfo, “Georges Perec; Pensar y clasificar“, en Revista ADAMAR, Nº 26, 2007, Sitio incluido en el Directorio mundial de literatura de la UNESCO. http://adamar.org/ivepoca/node/232
He olvidado las razones que me hicieron escoger, a los doce años, Tierra del Fuego para instalar allí­ W: los fascistas de Pinochet se han encargado de dotar a mi fantasma de un último eco. Hoy varios islotes de Tierra del Fuego son campos de deportados
 

‘PENSAR Y CLASIFICAR; GEORGES PEREC, ESCRITOR Y TRAPECISTA’. Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA DR. EN FILOSOFÍA Y LETRAS

- Vásquez Rocca, Adolfo, “Pensar y clasificar; Georges Perec, escritor y trapecista”, En Escaner Cultural, Revista de Arte Contemporáneo y Nuevas Tendencias, Santiago, 2007,

He olvidado las razones que me hicieron escoger, a los doce años, Tierra del Fuego para instalar allí­ W: los fascistas de Pinochet se han encargado de dotar a mi fantasma de un último eco. Hoy varios islotes de Tierra del Fuego son campos de deportados15.

- VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “PENSAR Y CLASIFICAR; GEORGES PEREC, ESCRITOR Y TRAPECISTA”, En Escaner Cultural, Revista de Arte Contemporáneo y Nuevas Tendencias, Santiago, 2007, – Vásquez Rocca, Adolfo, “Georges Perec; Pensar y clasificar“, en Revista ADAMAR, Nº 26, 2007, Sitio incluido en el Directorio mundial de literatura de la UNESCO. http://adamar.org/ivepoca/node/232
 





LITERATURA: PERÈC; PENSAR Y CLASIFICAR Por Adolfo Vásquez Rocca

Adolfo Vásquez Rocca PH. D.
adolfovrocca@gmail.com
ENTREVISTA:
La Filosofía como teoría erótica. Entrevista a Adolfo Vásquez Rocca PhD“. Entrevista en ‘ALCANCES‘ Vol.I, Nº 1, año 2010 – REVISTA DE FILOSOFÍA – de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNIVERSIDAD DE CHILE. http://www.alcances.cl/ver-articulo.php?id=81
PUBLICACIONES

LIBROS

VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo
Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008. 221 páginas | I.S.B.N.: 978-84-7822-523-1




 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Biblioteket og Aarhus Universitet, Denmark | Det Humanistiske Fakultet
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BIBLIOTECA UNI>ERSIA –  Unesco –  CSIC
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Dr. Adolfo Vásquez Rocca – Eastern Mediterranean University – Academia.edu
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Biblioteca Universidad Complutense de Madrid Revistas Científicas Complutenses
Directorio de recursos digitales – Ministerio de Cultura, España
Biblioteca Asociación Filosófica UI
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Eastern Mediterranean University – Academia.edu
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Philosophy & Art: Pinterests Design
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ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D. – CURRICULUM ACADÉMICO ABREVIADO
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Georges Perèc o la literatura como arte combinatoria

GEORGES PEREC_ LITERATURA CONTEMPORÁNEA: PENSAR Y CLASIFICAR; GEORGES PERÈC, ESCRITOR Y TRAPECISTA POR ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D.


VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “GEORGES PEREC; PENSAR Y CLASIFICAR“, en Revista ADAMAR, Nº 26, 2007, Sitio incluido en el Directorio Mundial de Literatura de la UNESCO. http://adamar.org/ivepoca/node/232

VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “PENSAR Y CLASIFICAR; GEORGES PEREC, ESCRITOR Y TRAPECISTA”, En Escáner Cultural, Revista de Arte Contemporáneo y Nuevas Tendencias, Santiago, 2007, http://revista.escaner.cl/node/88
http://kunstbegriff.files.wordpress.com/2013/01/perec2bw.jpg?w=188

Pensar y clasificar; Georges Perec, escritor y trapecista por Adolfo Vásquez Rocca

“He olvidado las razones que me hicieron escoger, a los doce años, Tierra del Fuego para instalar allí W: los fascistas de Pinochet se han encargado de dotar a mi fantasma de un último eco. Hoy varios islotes de Tierra del Fuego son campos de deportados”
PEREC, George, W o el recuerdo de la infancia, Ed. Península, Barcelona, 1987.

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Adolfo Vásquez Rocca: GEORGES PERÈC; PENSAR Y CLASIFICAR



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‘PENSAR Y CLASIFICAR; GEORGES PEREC, ESCRITOR Y TRAPECISTA’. Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA DR. EN FILOSOFÍA Y LETRAS
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- Vásquez Rocca, Adolfo, “Pensar y clasificar; Georges Perec, escritor y trapecista”, En Escaner Cultural, Revista de Arte Contemporáneo y Nuevas Tendencias, Santiago, 2007,
He olvidado las razones que me hicieron escoger, a los doce años, Tierra del Fuego para instalar allí­ W: los fascistas de Pinochet se han encargado de dotar a mi fantasma de un último eco. Hoy varios islotes de Tierra del Fuego son campos de deportados15.
- VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “PENSAR Y CLASIFICAR; GEORGES PEREC, ESCRITOR Y TRAPECISTA”, En Escaner Cultural, Revista de Arte Contemporáneo y Nuevas Tendencias, Santiago, 2007,- Vásquez Rocca, Adolfo, “Georges Perec; Pensar y clasificar“, en Revista ADAMAR, Nº 26, 2007, Sitio incluido en el Directorio mundial de literatura de la UNESCO. http://adamar.org/ivepoca/node/232
Adolfo Vásquez Rocca / GEORGES PERÈC; PENSAR Y CLASIFICAR
… el resto es literatura.Referencia:- Vásquez Rocca, Adolfo, “Georges Perec; Pensar y clasificar“, en Revista ADAMAR, Nº 26, 2007, Sitio incluido en el Directorio mundial de literatura de la UNESCO. http://adamar.org/ivepoca/node/232
He olvidado las razones que me hicieron escoger, a los doce años, Tierra del Fuego para instalar allí­ W: los fascistas de Pinochet se han encargado de dotar a mi fantasma de un último eco. Hoy varios islotes de Tierra del Fuego son campos de deportados
‘PENSAR Y CLASIFICAR; GEORGES PEREC, ESCRITOR Y TRAPECISTA’. Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA DR. EN FILOSOFÍA Y LETRAS
- Vásquez Rocca, Adolfo, “Pensar y clasificar; Georges Perec, escritor y trapecista”, En Escaner Cultural, Revista de Arte Contemporáneo y Nuevas Tendencias, Santiago, 2007,
He olvidado las razones que me hicieron escoger, a los doce años, Tierra del Fuego para instalar allí­ W: los fascistas de Pinochet se han encargado de dotar a mi fantasma de un último eco. Hoy varios islotes de Tierra del Fuego son campos de deportados15.
- VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “PENSAR Y CLASIFICAR; GEORGES PEREC, ESCRITOR Y TRAPECISTA”, En Escaner Cultural, Revista de Arte Contemporáneo y Nuevas Tendencias, Santiago, 2007, – Vásquez Rocca, Adolfo, “Georges Perec; Pensar y clasificar“, en Revista ADAMAR, Nº 26, 2007, Sitio incluido en el Directorio mundial de literatura de la UNESCO. http://adamar.org/ivepoca/node/232

- Georges Perec (1985)


Adolfo vasquez rocca georges perec; pensar y clasificar

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Pensar y clasificar; Georges Perec, escritor y trapecista por Adolfo Vásquez Rocca

GEORGES PEREC EN SU LABERINTO.

LITERATURA: PERÈC; PENSAR Y CLASIFICAR Por Adolfo Vásquez Rocca


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‘PENSAR Y CLASIFICAR; GEORGES PEREC, ESCRITOR Y TRAPECISTA’. Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D.


Vásquez Rocca, Adolfo, “Nietzsche y Sloterdijk; depauperación del nihilismo, posthumanismo y complejidad extrahumana”, En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas – Universidad Complutense de Madrid, NÓMADAS. 25 | Enero-Junio.2010 (I), pp. 439-451. http://www.ucm.es/info/nomadas/25/avrocca.pdf
Vásquez Rocca, Adolfo, “Arquitectura, Diseño y Filosofia en Heidegger; Construir, Habitar, Pensar“, En ARQCHILE.CL ©, Portal Latinoamericano de Arquitectura, ISSN 0718-431X, Concepción, ISSN 0718-431X, Nº 7 – 2010, http://www.arqchile.cl/arquitectura_heidegger.htm
Vásquez Rocca, Adolfo, “Gordon Matta-Clark; Anarquitectura y Deconstruccion“, En ARQCHILE.CL ©, Portal Latinoamericano de Arquitectura, ISSN 0718-431X, Concepción, ISSN 0718-431X, Nº 8 – 2010, http://www.arqchile.cl/publicacion_anarquitectura.htm , Originalmente en
En Almiar MARGEN CERO, Revista Fundadora de la ASOCIACIÓN DE REVISTAS DIGITALES DE ESPAÑA – Nº 42 / 2008
http://www.margencero.com/articulos/new/gordon_matta_clark.html
Vásquez Rocca, Adolfo, “De Cómo Nueva York robó la idea de Arte Moderno“, En ARQCHILE.CL ©, Portal Latinoamericano de Arquitectura, ISSN 0718-431X, Concepción, ISSN 0718-431X, Nº 9 – 2010, http://www.arqchile.cl/publicacion_nueva_york.htm
Vásquez Rocca, Adolfo, “La posmodernidad; a 30 años de la condición postmoderna de Lyotard“, En Almiar MARGEN CERO, Revista Fundadora de la ASOCIACIÓN DE REVISTAS DIGITALES DE ESPAÑA – Nº 51 – 2010. http://www.margencero.com/articulos/new03/lyotard.htmlVásquez Rocca, Adolfo, “Alfred Jarry; Patafísica, Virtualidad y Heterodoxia“, En ARQCHILE.CL ©, Portal Latinoamericano de Arquitectura, ISSN 0718-431X, Concepción, ISSN 0718-431X, junio – julio 2010, http://www.arqchile.cl/publicacion_jarry.htm
Vásquez Rocca, Adolfo, “William Burroughs: Literatura ectoplasmoide y mutaciones antropológicas. Del virus del lenguaje a la psicotopografía del texto”, En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas – Universidad Complutense de Madrid, NÓMADAS. 26 | Enero-Junio.2010 (II), pp. 251-265. http://www.ucm.es/info/nomadas/26/avrocca2.pdf
Vásquez Rocca, Adolfo, “La posmodernidad; a 30 años de la condición postmoderna de Lyotard“, en Chile país de Diseño ©, oct, 2010; Escáner Cultural, Revista de Arte contemporáneo y nuevas tendencias, Nº 127 – junio 2010
Vásquez Rocca, Adolfo, “Alfred Jarry; Patafísica, virtualidad y heterodoxia“, En ARQCHILE.CL ©, Portal Latinoamericano de Arquitectura, ISSN 0718-431X, Concepción, ISSN 0718-431X, Nº 15 – junio – julio 2010, http://www.arqchile.cl/publicacion_jarry.htm
Vásquez Rocca, Adolfo, “Andy Warhol; «Mi Filosofía de A a la B y de B a la A» y Diarios“, en Chile país de Diseño, nov, 2010; Originalmente en Revista Almiar, MARGEN CERO, MADRID, Nº 36 – noviembre de 2007 – Margen Cero © , Fundadora de la Asociación de Revistas Culturales de España, ISSN 1695-4807 http://www.margencero.com/articulos/articulos_taber/andy_warhol.html
Vásquez rocca, Adolfo, “Schopenhauer y Freud: Aportes de Schopenahuer a la Psiquiatría moderna“, En Biblioteca Asociación Filosófica UI, 2007 [reeditado en 2010] http://www.uruguaypiensa.org.uy/noticia_387_1.html
Vásquez Rocca, Adolfo, “Michel Onfray; El Hedonismo entre el placer y su carencia“, En Escáner Cultural, Revista de Arte contemporáneo y nuevas tendencias, Nº 128 – julio 2010
Vásquez Rocca, Adolfo, “Michelangelo Antonioni; el cine de la incomunicación. Réquiem por la modernidad“, en Chile país de Diseño ©, sept. 2010; Originalmente en Revista Almiar, MARGEN CERO, MADRID, Nº 35 – 2007 Margen Cero © , Fundadora de la Asociación de Revistas Culturales de España, ISSN 1695-4807 http://www.margencero.com/articulos/articulos_taber/michelangelo_antonioni.html
Vásquez Rocca, Adolfo, “Sloterdijk: Modelos de comunicación oculto-arcaicos y moderno-ilustrados. Para una época de ángeles vacíos”, En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas – Universidad Complutense de Madrid, NÓMADAS. 26 | Enero-Junio.2010 (II), pp. 229-249. http://www.ucm.es/info/nomadas/26/avrocca.pdf
Vásquez Rocca, Adolfo, “Las Metáforas del Cuerpo en la Filosofía de Jean-Luc Nancy: Nueva carne, cuerpo sin órganos y escatología de la enfermedad“. En Almiar MARGEN CERO, Revista Fundadora de la ASOCIACIÓN DE REVISTAS DIGITALES DE ESPAÑA – Nº 54 – 2010.
http://www.margencero.com/articulos/new03/metaforas_JeanLucNancy.html
Vásquez Rocca, Adolfo, “Sloterdijk; Psicopolítica, Globalización y Mundo interior del Capital“, En ARQCHILE.CL ©, Portal Latinoamericano de Arquitectura, ISSN 0718-431X, Concepción, ISSN 0718-431X, Nº 16 – Agosto – Septiembre, http://www.arqchile.cl/publicacion_sloterdijk.htm
Vásquez Rocca, Adolfo, “Sloterdijk; Secretos bizarros de Freud, discretas obsesiones telecomunicativas y primeras formaciones de psicología profunda europea“, En REVISTA OBSERVACIONES FILOSÓFICAS – Nº 10 / 2010 ISSN 0718-3712 http://www.observacionesfilosoficas.net/freudsecretosbizarros.htmVásquez Rocca, Adolfo, “Sloterdijk; Psicopolítica, De las Memorias del subsuelo a la Posthistoria” En EIKASIA, Revista de Filosofía, Nº 36 – 2010, ISSN 1885-5679 – Oviedo, España, pp.7 – 22. http://www.revistadefilosofia.com/36-01.pdf

Vásquez Rocca, Adolfo,”Raúl Ruiz: Ontología de lo Fantástico. Territorios, Políticas Estéticas y Polisemia Visual“, En AISTHESIS, Nº 48, 2010, pp. 31 – 47, (SciELO) Instituto de Estética, Pontificia Universidad Católica de Chile, PUC. http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_pdf&pid=S0718-71812010000200003&lng=es&nrm=iso&tlng=es

Vásquez Rocca, Adolfo, “Sloterdijk; Psicopolítica, De las Memorias del subsuelo a la Posthistoria” En EIKASIA, Revista de Filosofía, Nº 36 – 2011, ISSN 1885-5679 – Oviedo, España, pp.7 – 22. http://www.revistadefilosofia.com/36-01.pdf
Vásquez Rocca, Adolfo, “La Posmodernidad; nuevo régimen de verdad, violencia metafísica y fin de los metarrelatos“. En EIKASIA, Revista de Filosofía, Nº 38 – 2011, ISSN 1885-5679 – Oviedo, España, pp. 63-83. http://www.revistadefilosofia.com/38-03.pdf
Vásquez Rocca, Adolfo, “La Posmodernidad. Nuevo régimen de verdad, violencia metafísica y fin de los metarrelatos“, En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas – Universidad Complutense de Madrid, NÓMADAS. 29 | Enero-Junio, 2011 (I), pp. 285-300
http://www.ucm.es/info/nomadas/29/avrocca.pdfVásquez Rocca, Adolfo, “Antipsiquiatría: Deconsctrucción del concepto de enfermedad mental y crítica de la ‘razón psiquiátrica’“, En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas – Universidad Complutense de Madrid, NÓMADAS Nº (I) 31 | Julio-Diciembre 2011, pp. 321-338 http://www.ucm.es/info/nomadas/31/adolfovasquezrocca.pdf
Vásquez Rocca, Adolfo, “El artista como dictador social o el político como escenógrafo“, En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas – Universidad Complutense de Madrid, NÓMADAS Nº (I) 31 | Julio-Diciembre 2011, pp. 369-386
http://www.ucm.es/info/nomadas/31/adolfovasquezrocca_3.pdf
Vásquez Rocca, Adolfo, “Antipsiquiatría; deconstrucción del concepto de enfermedad mental”, En Almiar MARGEN CERO, ISSN: 1696-4807 , Revista Fundadora de la ASOCIACIÓN DE REVISTAS DIGITALES DE ESPAÑA – III Época – Nº 59 – 2011
http://www.margencero.com/almiar/?p=1282
Vásquez Rocca, Adolfo, “El Artista como dictador social o el político como escenógrafo“, En Almiar MARGEN CERO, ISSN: 1696-4807, Revista Fundadora de la ASOCIACIÓN DE REVISTAS CULTURALES DE ESPAÑA – III Época – Nº 60 – 2011 – ISSN: 1696-4807
http://www.margencero.com/almiar/el-artista/
Vásquez Rocca, Adolfo, “Sloterdijk: Secretos bizarros de Freud, discretas obsesiones telecomunicativas y primeras formaciones de psicología profunda europeas“, En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas – Universidad Complutense de Madrid, NÓMADAS. 31 – (I) 31 | Julio-Diciembre 2011, pp. 339-368.
http://www.ucm.es/info/nomadas/31/adolfovasquezrocca_2.pdfVásquez Rocca, Adolfo, “Antipsiquiatría: Deconsctrucción del concepto de enfermedad mental y crítica de la ‘razón psiquiátrica‘”, En EIKASIA, Revista de Filosofía, Nº 41 – 2011, ISSN 1885-5679 – Oviedo, España, pp. 7- 20. http://www.revistadefilosofia.com/41-01.pdfAdolfo Vásquez Rocca, “Sloterdijk; secretos bizarros de Freud, discretas obsesiones telecomunicativas y primeras formaciones de psicología profunda europea“, En EIKASIA, Revista de Filosofía, Nº 41 – 2011, ISSN 1885-5679 – Oviedo, España, pp. 53 – 78
http://www.revistadefilosofia.com/41-04.pdf
Vásquez Rocca, Adolfo, “Sloterdijk, Heidegger y Jean-Luc Nancy: Esferas, arqueología de lo íntimo, morfología del espacio compartido e historia de la fascinación de proximidad“, En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas – Universidad Complutense de Madrid, NÓMADAS. 32 – Julio-Diciembre. 2011 (II), pp. [000-039]
http://www.ucm.es/info/nomadas/32/adolfovasquezrocca.pdf
Vásquez Rocca, Adolfo, , “Sloterdijk y Heidegger: Normas para el Parque Zoológico-Temático Humano, Culturas Post-Humanísticas y Capitalismo Cárnico Contemporáneo“, En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas – Universidad Complutense de Madrid UCM,, NÓMADAS. 32 – Julio-Diciembre. 2011 (II), pp. [102-125]
http://www.ucm.es/info/nomadas/32/adolfovasquezrocca_2.pdf

ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA

Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
Universidad Complutense de Madrid


‘PENSAR Y CLASIFICAR; GEORGES PEREC, ESCRITOR Y TRAPECISTA’. Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D.



LA ANTIPOESÍA DE NICANOR PARRA Y EL LENGUAJE DEL ARTEFACTO Por “Adolfo Vásquez Rocca”


Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV, mención Filosofía Contemporánea y Estética. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés Bello UNAB. Profesor de la Escuela de Periodismo, Profesor Adjunto Escuela de Psicología y de la Facultad de Arquitectura UNAB Santiago. Profesor PEL Programa Especial de Licenciatura en Diseño, UNAB – DUOC UC  – En octubre de 2006 y 2007 es invitado por la ‘Fundación Hombre y Mundo’ y la UNAM a dictar un Ciclo de Conferencias en México.  – Miembro del Consejo Editorial Internacional de la ‘Fundación Ética Mundial‘ de México. Director del Consejo Consultivo Internacional de ‘Konvergencias‘, Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo, Argentina.  Miembro del Consejo Editorial Internacional de Revista Praxis – Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional UNA, Costa Rica. Miembro del Conselho Editorial da Humanidades em Revista, Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil y del Cuerpo Editorial de Sophia –Revista de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador–.  –Secretario Ejecutivo de Revista Philosophica  PUCV. –Asesor Consultivo de Enfocarte –Revista de Arte y Literatura– Cataluña / Gijón, Asturias, España. –Miembro del Consejo Editorial Internacional de ‘Reflexiones Marginales‘ –Revista de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM. –Editor Asociado de Societarts, Revista de artes y humanidades, adscrita a la Universidad Autónoma de Baja California. –Miembro del Comité Editorial de International Journal of Safety and Security in Tourism and Hospitality, publicación científica de la Universidad de Palermo. –Miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) con sede en Bruselas, Bélgica.  Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. – Profesor visitante Florida Christian University USA y Profesor Asociado al Grupo TheoriaProyecto europeo de Investigaciones de Postgrado –UCM.  Eastern Mediterranean University – Academia.edu. Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello. –Investigador Asociado y Profesor adjunto de la Escuela Matríztica de Santiago –dirigida por el Dr. Humberto Maturana. Consultor Experto del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad (CNIC)– Artista conceptual. Crítico de Arte. Ha publicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial  de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España,  2008.  Invitado especial a la International Conference de la Trienal de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale 2011. Traducido al Francés – Publicado en la sección  Architecture de la Anthologie: Le Néant Dans la Pensée Contemporaine . Publications du Centre Français d’Iconologie Comparée CFIC, Bès Editions , París, ©  2012
http://revista.escaner.cl/files/u37/0_0_Georges_Per__c_1.jpg

Adolfo Vásquez Rocca: GEORGES PERÈC; PENSAR Y CLASIFICAR



Georges Perèc; Pensar y clasificar, En KONVERGENCIAS LITERATURA, ISSN-e 1669-9092, Nº. 5, 2007 , 85-95


http://ia700806.us.archive.org/zipview.php?zip=/0/items/olcovers81/olcovers81-L.zip&file=810166-L.jpg

Pensar y clasificar; Georges Perec, escritor y trapecista por Adolfo Vásquez Rocca

  • “ESPECIES DE ESPACIOS”, de George Perec

GEORGES PEREC_ LITERATURA CONTEMPORÁNEA: PENSAR Y CLASIFICAR; GEORGES PERÈC, ESCRITOR Y TRAPECISTA POR ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D.

VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “GEORGES PEREC; PENSAR Y CLASIFICAR“, en Revista ADAMAR, Nº 26, 2007, Sitio incluido en el Directorio Mundial de Literatura de la UNESCO. http://adamar.org/ivepoca/node/232

VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “PENSAR Y CLASIFICAR; GEORGES PEREC, ESCRITOR Y TRAPECISTA”, En Escáner Cultural, Revista de Arte Contemporáneo y Nuevas Tendencias, Santiago, 2007, http://revista.escaner.cl/node/88

Pensar y clasificar; Georges Perec, escritor y trapecista por Adolfo Vásquez Rocca

“He olvidado las razones que me hicieron escoger, a los doce años, Tierra del Fuego para instalar allí W: los fascistas de Pinochet se han encargado de dotar a mi fantasma de un último eco. Hoy varios islotes de Tierra del Fuego son campos de deportados”
PEREC, George, W o el recuerdo de la infancia, Ed. Península, Barcelona, 1987.

Adolfo Vásquez Rocca: GEORGES PERÈC; PENSAR Y CLASIFICAR

VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “GEORGES PEREC; PENSAR Y CLASIFICAR“, en Revista ADAMAR, Nº 26, 2007, Sitio incluido en el Directorio Mundial de Literatura de la UNESCO. http://adamar.org/ivepoca/node/232

VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “PENSAR Y CLASIFICAR; GEORGES PEREC, ESCRITOR Y TRAPECISTA”, En Escáner Cultural, Revista de Arte Contemporáneo y Nuevas Tendencias, Santiago, 2007, http://revista.escaner.cl/node/88

Georges Perec: “El gabinete de un aficionado” (Anagrama, 2008)

Georges Perèc o la literatura como arte combinatoria

Javier Antón – Georges Perec

  • “…de un proceso de incorporación, de un acaparamiento: al mismo tiempo proyección hacia el Otro, y Robo, en el sentido prometeico del término.” (p. 71)
“…y entre ellos una pareja de chicas asiéndose por la cintura, un violinista malo, y una chica joven en una gruta escuchando a un guitarrista sentado a sus pies.” [El autor describe un cuadro de François Boucher, La fiesta campestre]

Georges Perec por Adolfo Vásquez Rocca


 


  • 1.
  • Perèc es uno de los escritores más interesantes e imaginativos del siglo XX que, además de haber sido el creador de los crucigramas semanales de la revista Le Point, de París, realizó guiones cinematográficos, varias novelas, poesías, ensayos literarios y sorprendentes piezas teatrales. Georges Perèc, continua siendo casi desconocido para el gran público, a pesar de que existen traducciones de sus obras a 15 idiomas y goza de celebridad entre autores –para quienes constituye una inspiración– como es el caso de Raúl Ruiz, un poco al modo como Jean Genet lo constituyo para Sartre.

  • En 1965 Perèc obtiene el premio Renaudot por su novela prima –Las cosas [3]– donde narra la progresiva desaparición de un joven matrimonio de diletantes parisinos entre sus aspiraciones sociales y sus ansias revolucionarias. En 1967, junto al extraordinario novelista Raymond Queneau [4] –miembro del Colegio de Patafísica, director de la Encyclopédie de la Pléiade– y el matemático Françoise Le Lionnais forma OULIPO (Ouvroir de Littérature Potentielle “Taller de literatura potencial”), que entre sus miembros llegó a contar con figuras como Nöel Arnaud, Marcel Bénabou, Italo Calvino, Marcel Duchamp, Luc Étienne, y Albert-Marie Schmidt entre otros. El objetivo del grupo era explorar el potencial combinatorio de aquellas coerciones formales como la gramática y las reglas de estilo, persiguiendo siempre la expansión del campo de posibilidades narrativas. Explorar los juegos y las combinatorias posibles dentro de las reglas convencionales de la literatura.

  • El inclasificable talento narrativo de Perèc crece bajo la influencia, precisamente, de los experimentos realizados al interior del OULIPO. Es así como en 1969 presenta su novela La Disparition [5] (El Secuestro), una novela policial que relata la misteriosa desaparición de Tonio Vocel y una secuencia delirante de maldiciones, asesinatos, incestos, venganzas y todos los componentes de una tragedia pequeño burguesa: banquetes, accidentes de tránsito, pistas falsas, policías rudos, informes desclasificados de inteligencia, variaciones del Zahir borgeano, paráfrasis a Melville, citas a un desconocido poeta chileno, descripciones de vestidos Chanel color gris o blanco, discusiones sobre arte moderno, variaciones sobre música docta, la utilización arbitraria de algunas palabras, cartas testimonio delirantes, y la desaparición o secuestro de la letra “e” (la más utilizada en la lengua francesa), que en el excelente trasvasije del equipo traductor derivó en la desaparición o secuestro de la letra “a” en nuestra lengua castellana, tan omnipresente como su contraparte francesa.


Adolfo Vásquez Rocca / GEORGES PERÈC; PENSAR Y CLASIFICAR

Introducción

Clasificando el mundo para comprenderlo a su modo, Georges Perèc no cesó de trastocar las convenciones de lo sensible y las jerarquías establecidas. Su mirada confiere a la trivialidad, a los seres y a las cosas cotidianas una densidad inesperada que nos turba y nos maravilla.

Georges Perèc es uno de los escritores más interesantes e imaginativos del siglo XX que, además de haber sido el creador de los crucigramas semanales de la revista Le Point, de París, realizó guiones cinematográficos, varias novelas, poesías, ensayos literarios y sorprendentes piezas teatrales. Georges Perèc, continua siendo casi desconocido para el gran público, a pesar de que existen traducciones de sus obras a 15 idiomas y goza de celebridad entre autores –para quienes constituye una inspiración– como es el caso de Raúl Ruiz[1], al modo como Jean Genet lo constituyo para Sartre.

La imagen que Perèc dejó tras de sí es mitológica. Hombre de infatigable libertad, para quien las palabras eran el medio de imponer eternidad a los objetos, fue perfeccionando con minucia el retrato que iba a dejar a la posteridad.

Desde hace más de una década, París ha sido poseído por el culto a Perèc, que se refleja en los incontables grupos teatrales, asociaciones de vecinos y clubes con su nombre. Todo autor francés de crucigramas ha desafiado alguna vez a sus lectores con los palíndromos, anagramas, heterogramas, homofonías, “bolas de nieve” y demás dramas alfabéticos en los que Perèc era un consumado maestro. Quienes lo conocieron dicen que era un hombre extraño, tierno, alegre, atento, curioso, con una inusual conciencia de su lugar en la historia.

Vestía siempre una camisa de cuello alto, se cortaba el pelo al rape y sus enormes ojos verdes, que centelleaban ante la menor respiración de la vida, le conferían un cierto aire seductor, disipado por los infinitos lunares y verrugas en las mejillas y las orejas apantalladas.

Dos años después parecía otra persona. Se había dejado crecer una barba desflecada en la mandíbula, que casi en seguida se volvió gris. El pelo enmarañado sobre la frente y los ojos, cada vez más abiertos, cada vez más asombrados, dominaban una cara radiante de tierna lucidez.

Desde comienzos de los 60, Perèc trasegaba las calles de París en busca de lo que él llamaba “las hierbas perdidas de la ciudad”: balcones, sillas de café, señales del metro, melodías cantadas por los vagabundos, frases hechas, listas de compras, sellos postales, boletas de supermercado.

De su infancia desgarrada dará cuenta mucho más tarde, en una obra de título enigmático, W. Allí evocará Isy, al padre que murió combatiendo en junio de 1940, y a Cyrla, la madre desaparecida tres años después en los crematorios de Auschwitz. Evocará la carencia de amor y la sorprendente felicidad de no necesitar el amor.

Unos tíos a los que casi nunca veía, le permitieron graduarse como sociólogo y trabajar como investigador en el célebre Centre National de la Recherche Scientifique. Todo el resto es literatura.

A fines de los 50, devorado por una fugaz fiebre política, publicó artículos combativos en las revistas Partisans y Cause commune, y con un dúo de amigos, Roland Barthes y Henri Lefevbre, fundó el grupo ‘Argumentos’, cuya única finalidad era conversar.

Luego, los tres se apartaron para escribir. Lo hacían frenéticamente, con saña, como si el próximo minuto de vida dependiera de la próxima palabra. En 1965, Perèc publicó Les choses. Su éxito fue fulgurante.

Leer Artículo completo: http://adamar.org/ivepoca/node/232

VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “GEORGES PEREC; PENSAR Y CLASIFICAR“, en Revista ADAMAR, Nº 26, 2007, Sitio incluido en el Directorio Mundial de Literatura de la UNESCO. http://adamar.org/ivepoca/node/232


Extracto de Pensar Clasificar:

“Nunca me resultó cómodo hablar de mi trabajo de manera abstracta y teórica; aunque lo que produzco parezca originarse en un programa elaborado tiempo atrás, en un proyecto de larga data, creo que mi movimiento se encuentra -y se demuestra- andando: de la sucesión de mis libros nace para mi la sensación, a veces confortante, a veces pertubadora (pues siempre depende de un “libro que vendrá, de una inconclusión que designa lo indecible hacia lo cual tiende desesperadamente el deseo de escribir), de que recorren un camino, señalizan un espacio, jalonan un itinerario vacilante, describen paso a paso las etapas de una búsqueda cuyo “porqué” no sé explicar, pues sólo conozco el “cómo”: tengo la confusa sensación de que los libros que escribí se inscriben, cobran sentido en una imagen global que me hago de la literatura, pero me parece que jamás podré asir esta imagen con precisión, de que ella es para mí un más allá de la escritura, un “por qué escribo” al cual sólo puedo responder escribiendo, postergando sin cesar el instante mismo en que, al dejar de escribir, esta imagen se volvería visible, como un rompecabezas inexorablemente resuelto.”


- Georges Perec (1985)


Adolfo Vasquez Rocca



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Adolfo Vasquez Rocca Revista de Filosofía Dr. Adolfo Vásquez Rocca
Adolfo Vásquez Rocca
VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “GEORGES PEREC; PENSAR Y CLASIFICAR“, en Revista ADAMAR, Nº 26, 2007, Sitio incluido en el Directorio Mundial de Literatura de la UNESCO. http://adamar.org/ivepoca/node/232

VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “PENSAR Y CLASIFICAR; GEORGES PEREC, ESCRITOR Y TRAPECISTA”, En Escáner Cultural, Revista de Arte Contemporáneo y Nuevas Tendencias, Santiago, 2007, http://revista.escaner.cl/node/88

http://kunstbegriff.files.wordpress.com/2013/01/perec2bw.jpg?w=188

“He olvidado las razones que me hicieron escoger, a los doce años, Tierra del Fuego para instalar allí W: los fascistas de Pinochet se han encargado de dotar a mi fantasma de un último eco. Hoy varios islotes de Tierra del Fuego son campos de deportados”
PEREC, George, W o el recuerdo de la infancia, Ed. Península, Barcelona, 1987.
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VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “GEORGES PEREC; PENSAR Y CLASIFICAR“, en Revista ADAMAR, Nº 26, 2007, Sitio incluido en el Directorio Mundial de Literatura de la UNESCO. http://adamar.org/ivepoca/node/232E-mail: adolfovrocca@gmail.com

Georges Perèc; pensar y clasificar
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GEORGES PEREC EN SU LABERINTO.



Todavía no alinean a Perec al lado de Proust y de Céline en el gran canon de la literatura francesa del siglo pasado. Está demasiado vivo. Todavía hoy genera ideas, quizás incluso las genera más que antes, y mueve a los espíritus. Además, él no quería ser importante, huía de toda la parafernalia de lo solemne. Todavía hoy, cualquier línea suya da trabajo feliz a sus lectores. Es como si estuviera diciéndoles todo el rato que abran puertas, bajen escaleras, interroguen a todo aquello que les parezca que ha dejado de sorprenderles para siempre. Perec es un genio. Tiene una página de Tentativas de agotar un lugar parisino que puede perfectamente resumir su mundo: está sentado en un café de la plaza de Saint-Sulpice y se dispone a inventariar todo lo que ve allí (es decir, se prepara para agotar todo aquello que tiene delante, o al lado, en cualquier parte) y nos previene de que no está interesado en las estatuas de los cuatro grandes oradores cristianos de la plaza (Bossuet, Fénelon, Fléchier y Massillon) porque ya han sido suficientemente registradas y fotografiadas; quiere, en cambio, ocuparse de “lo que generalmente no se anota, lo que no se nota, lo que no tiene importancia, lo que pasa cuando no pasa nada, salvo tiempo, gente, autos y nubes”.

Experto en esquivar la grandeza, fue un maestro del arte de la atención a lo minúsculo. En ese descenso al territorio de lo pequeño reside paradójicamente su grandeza, que también se apoya en otra paradoja, su afán de que perdure el vacío de la vida: “Escribir es tratar meticulosamente de retener algo, de hacer que algo de todo esto sobreviva: arrancar algunos pedazos precisos al vacío que se forma, dejar en alguna parte, un surco, una huella, una marca, o un par de signos”.

Sus padres, judíos polacos que emigraron a Francia, murieron muy jóvenes, su madre en Auschwitz. Esto condiciona posiblemente su visión de la literatura que, aparte de un juego, es también una lucha trágica contra el olvido. Y al lado de esto, como una emoción añadida, ese frenesí encantado, esa pulsión por agotarlo todo. Creo que para comprender el providencial papel que en la historia más reciente de la literatura juega su obra conviene que viajemos hasta el contexto de la crisis de la gran literatura narrativa del siglo pasado. Terminada la época de las grandes novelas exhaustivas y extenuantes (las de Joyce, Proust, Thomas Mann o Robert Musil especialmente), la literatura narrativa se encontró en un callejón sin salida: mientras los ingleses, por ejemplo, mirando como siempre por encima del hombro, se refugiaron en los grandes modelos narrativos, que son extraordinarios, de sus siglos XVIII y XIX, los franceses se inclinaron por las formas experimentales (auge del Nouveau Roman y posteriormente Tel Quel), formas que no llegaron a cuajar, pero terminaron por crear las condiciones para la aparición de un auténtico artista contemporáneo, Perec, Georges Perec, que se alzó contra las pretensiones de los nostálgicos y, girando la espalda a lo supuestamente importante, se ocupó de lo pequeño: “¿Cuántos gestos hacen falta para marcar un número de teléfono? ¿Por qué?”

Ahora, transformado en un catálogo exhaustivo de gestos -que es lo que, a fin de cuentas, podría ser esta sorprendente y brillante muestra perecquiana que acaba de inaugurase en A Coruña-, el autor de Las cosas y de La vida instrucciones de uso se encuentra ante la hipotética oportunidad tardía y extraña de pasear por parajes gallegos inesperados por los que sin duda cruza todas las noches, sin yelmo ni protección alguna, con un pequeño ciclomotor de manillar cromado, contagiando de euforia inesperada a todo el barrio viejo de la ciudad de A Coruña. Hasta un bar próximo a la Fundación Luis Seoane, donde se presenta la gran exposición dedicada a la dimensión visual de su literatura, se ha sumado a la fiesta y promete servir muy pronto crepes de Perec, y también Perec Decrep, un cocktail nuevo. El casco antiguo de A Coruña se ha vuelto único, tan impar como el señor del manillar cromado. Y hasta se ha visto reforzado en su rebeldía por la calma tensa que ha venido a sustituir a la potente tempestad de los pasados días. Como si se esperara un acontecimiento.

Recorrí ayer la exposición en compañía de Hermes Salceda y Alberto Ruiz de Samaniego. A Hermes (que ha colaborado en la zona dedicada a OuLiPo dentro de la muestra y tradujo no hace mucho con Marisol Arbués el perecquiano ¿Qué pequeño ciclomotor de manillar cromado en el fondo del patio?) le parece que hay que ir a la Fundación a centrarse en el ojo de Perec, en las cosas que él miraba y en la forma que tenía de hacerlo: “Uno de los aciertos de la exposición es la continua presencia de textos perecquianos que en algunas piezas permite apreciar el aspecto visual de la forma de escribir de este autor, y en otras el traslado de las técnicas de escritura al lenguaje visual y viceversa: listas, trampantojos, letanías, heterogramas…”

Alberto Ruiz de Samaniego es director de la Fundación, comisario de la exposición y autor de una interesante obra ensayística que parece fundada por la Orden de Maurice Blanchot. Ha destacado en la Seoane por la osadía de sus magníficas y originales propuestas, que se rebelan contra una supuesta grisura de la provincia. Pienso ahora en su muestra sobre Michelangelo Antonioni como pintor, en la de Fritz Lang como escultor, y en esa inquietante muestra, Atlantikwall, impresionante recorrido por los bunkers nazis anclados en el norte de Europa.

Pere (t) c -el título de la exposición juega con el verdadero apellido del escritor, Peretz, y con la expresión latina que significa “lo demás”, que en singular podría servir como referencia a la inmersión del escritor en mundos más o menos ajenos a la literatura- incluye una selección de fondos de la Association Georges Perec y una serie de obras realizadas por artistas nacionales e internacionales. A lo largo del asombroso itinerario por el laberinto perecquiano, el espectador se encuentra con manuscritos y fragmentos de las principales obras literarias de Perec, a los que se suman algunas de sus famosas listas y enumeraciones, una selección de los bocetos preparatorios que, a modo de story board, dibujaba para planificar libros como La vida instrucciones de uso. Entre otras sorpresas, el visitante encontrará un cuadro que quizás creyó algún día que no existía: el que está en la portada de El gabinete de un aficionado y que sólo se vio en la edición española de Anagrama; es una pintura de Isabelle Vernay-Levêque, que ha cedido el cuadro por primera vez en su historia.

Ya sólo La Vida, instrucciones de uso contiene mil referencias al arte de la pintura. Hay también películas, míticas para los perecquianos, como El hombre que duerme, y la que realizó sobre Ellis Island y la emigración europea de principios del siglo pasado a Estados Unidos.

Si algo claro tiene el visitante que recorre esta exposición es que acabará agotado antes de agotar la infinita, laberíntica, ilimitada muestra de cómo trabajaba uno de los más grandes artistas del siglo pasado. Y lo que en cambio ignora –aunque ahora va a enterarse- es que si visita la toilette femenina, podría esperarle una sorpresa de órdago, diabólica para ser más preciso, aunque no sigo, porque, además, no sabría explicarla, quizás porque pertenece a la estirpe de “lo que no se nota”.


E Vila-Matas
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Adolfo Vásquez Rocca: GEORGES PERÈC; PENSAR Y CLASIFICAR

Georges Perèc; Pensar y clasificar, En KONVERGENCIAS LITERATURA, ISSN-e 1669-9092, Nº. 5, 2007 , 85-95

Pensar y clasificar; Georges Perec, escritor y trapecista por Adolfo Vásquez Rocca

  • “ESPECIES DE ESPACIOS”, de George Perec
  • Perec observa, cataloga, recuerda, matiza, ocupa espacios de palabras en los mapas con objetos y seres de palabra en este libro, plantea problemas, nos sugiere elementos cotidianos que deberíamos mirar más a menudo para inventariar. Va desde la página hasta el espacio en un recorrido que en su ascenso pasa por la cama, la habitación, el apartamento, el inmueble (momento en que recuerda “La vida, instrucciones de uso”), la calle, el barrio, la ciudad, el campo (que no existe), el país, Europa y el mundo.
    Perec hace urbanismo emocional, arquitectura literaria, geografía de memoria. Ingenieria vital imprescindible.
    Pues, tal y como termina diciendo en el prólogo de este hermosísimo libro:
  • “Vivir es pasar de un espacio a otro haciendo lo posible para no golpearse.”

Adolfo Vásquez Rocca

VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “GEORGES PEREC; PENSAR Y CLASIFICAR“, en Revista ADAMAR, Nº 26, 2007, Sitio incluido en el Directorio Mundial de Literatura de la UNESCO. http://adamar.org/ivepoca/node/232

VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “PENSAR Y CLASIFICAR; GEORGES PEREC, ESCRITOR Y TRAPECISTA”, En Escáner Cultural, Revista de Arte Contemporáneo y Nuevas Tendencias, Santiago, 2007, http://revista.escaner.cl/node/88

Georges Perec: “El gabinete de un aficionado” (Anagrama, 2008)

Javier Antón – Georges Perec

  • “…de un proceso de incorporación, de un acaparamiento: al mismo tiempo proyección hacia el Otro, y Robo, en el sentido prometeico del término.” (p. 71)
“…y entre ellos una pareja de chicas asiéndose por la cintura, un violinista malo, y una chica joven en una gruta escuchando a un guitarrista sentado a sus pies.” [El autor describe un cuadro de François Boucher, La fiesta campestre]

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Pensar y clasificar; Georges Perec, escritor y trapecista por Adolfo Vásquez Rocca

“He olvidado las razones que me hicieron escoger, a los doce años, Tierra del Fuego para instalar allí W: los fascistas de Pinochet se han encargado de dotar a mi fantasma de un último eco. Hoy varios islotes de Tierra del Fuego son campos de deportados”
PEREC, George, W o el recuerdo de la infancia, Ed. Península, Barcelona, 1987.
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Pensar y clasificar; Georges Perec, escritor y trapecista por Adolfo Vásquez Rocca

VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “GEORGES PEREC; PENSAR Y CLASIFICAR“, en Revista ADAMAR, Nº 26, 2007, Sitio incluido en el Directorio Mundial de Literatura de la UNESCO. http://adamar.org/ivepoca/node/232E-mail: adolfovrocca@gmail.com


Georges Perèc; pensar y clasificar

GEORGES PEREC PENSAR/CLASIFICAR; LA VIDA, INSTRUCCIONES DE USO ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA





Georges Perec – LA VIDA, INSTRUCCIONES DE USO
Georges Perec fue uno de los más importantes novelistas experimentales del siglo XX y de la literatura francesa. Nacido en París el 7 de marzo de 1936, perteneció al grupo Oulipo, que fundara Raymond Queneau, cuyos componentes pretendían crear obras mediante una técnica de escritura limitada, en estrecha relación con las matemáticas. Su fama y su gloria literaria y económica vinieron dadas por la publicación, en 1978, de La vie, mode d’emploi (traducida al español como La vida, instrucciones de uso), considerada por muchos la mejor novela de la década de 1975-1985. El autor murió pocos años más tarde, en 1982, víctima de un cáncer de pulmón.

En La vida, instrucciones de uso se confirma la que parece ser una de las grandes reglas de la buena literatura: no siempre es importante la historia que se cuenta. En este caso, más aún: no se cuenta ninguna historia larga en las seiscientas páginas de la novela, sino que la historia es sencillamente la vida en un edificio de París, en cuyas ventanas el lector puede asomarse para descubrir el pasado y el presente de quienes han habitado esas cuatro paredes. Con todo, lo verdaderamente importante de esta obra es la narración, el modo en que se cuentan las historias: un narrador común, omnisciente, que unas veces se dedica a contar las vivencias de una familia dueña de un piso, y otras veces se limita a describir, con una minuciosidad extrema, el mobiliario que forman las habitaciones vacías. De esa manera, Perec elabora un fresco donde cada ventana es un mundo diferente que tiene con las demás la relación existente entre dos casas en un edificio vecinal.

Esta novela, altamente recomendable, supone un desafío para el lector medio, puesto que al no seguir ninguna historia, se asemeja más a un libro de relatos que a una novela; pero no obstante la independencia de sus capítulos –que se pueden leer al azar sin problema–, se puede discernir un argumento principal en el que se traza la personalidad del coleccionista de puzles Bartlebooth y su relación con los demás habitantes del edificio –el doctor Dinteville, Winckler, Foulerot, etcétera–, formando unos antecedentes que desembocan en un emocionante final en la tarde del 23 de junio de 1975.

Uno de los aspectos más importantes de la narración es la distribución de los capítulos. Georges Perec, en honor a Raymond Queneau, a quien está dedicada la novela, utilizó los cálculos matemáticos del problema del caballo para recorrer el edificio ventana a ventana con el movimiento en ele que caracteriza a esta pieza del ajedrez. Así pues, es posible seguir la trayectoria del narrador con un tablero donde cada ventana es una casilla. Esta técnica le sirve al autor para desplegar ese rico fresco de personajes e historias que a lo largo de la novela acompañan al lector con todo tipo de curiosidades, anécdotas y referencias a obras de todas las artes (una de las propuestas del autor, que tardó unos diez años en escribir la novela, dada la complejidad de cada capítulo, que según el mismo Perec debía albergar un número determinado de referencias).









Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV, mención Filosofía Contemporánea y Estética. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés Bello UNAB. Profesor de la Escuela de Periodismo, Profesor Adjunto Escuela de Psicología y de la Facultad de Arquitectura UNAB Santiago. – En octubre de 2006 y 2007 es invitado por la ‘Fundación Hombre y Mundo’ y la UNAM a dictar un Ciclo de Conferencias en México. – Miembro del Consejo Editorial Internacional de la ‘Fundación Ética Mundial‘ de México. Director del Consejo Consultivo Internacional de ‘Konvergencias‘, Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo, Argentina. Miembro del Consejo Editorial Internacional de Revista Praxis – Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional UNA, Costa Rica. Miembro del Conselho Editorial da Humanidades em Revista, Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil y del Cuerpo Editorial de Sophia –Revista de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador–. –Secretario Ejecutivo de Revista Philosophica PUCV. –Asesor Consultivo de Enfocarte –Revista de Arte y Literatura– Cataluña / Gijón, Asturias, España. –Miembro del Consejo Editorial Internacional de ‘Reflexiones Marginales‘ –Revista de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM. –Miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) con sede en Bruselas, Bélgica. Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. – Profesor visitante Florida Christian University USA y Profesor Asociado al Grupo Theoria –Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado– UCM. Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello. Artista conceptual. Ha publicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008. Invitado especial a la International Conference de la Trienal de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale 2011






NOTAS.-
[2] PEREC, George, La vida instrucciones de uso, Ed. Hachette, Madrid, 1987.
[3] George Perèc nace el 7 de marzo de 1936 en París, de padres polacos.
[4] PEREC, George, Les choses, Paris: Julliard, 1965.
[5] QUENEAU, Raymond, escritor y matemático francés. Tras un primer contacto con el surrealismo, Queneau inició una evolución más personal que se caracterizó por la tendencia a tomar el lenguaje como elemento de experimentación formal, cuya máxima manifestación serían los Ejercicios de estilo (1947), que presentan hasta 99 formas distintas de contar un mismo y trivial episodio ocurrido en un autobús.
Su pasión por las matemáticas, los enigmas y los juegos estratégicos, le sirvió para construir mundos científico-imaginarios que él denominaba «patafísicos»: Les temps mêlés (1941), Saint Glinglin (1948). Autor poco dado a las confesiones y a las intimidades, a pesar de algunas novelas que podrían considerarse autobiográficas, su universo literario está construido con grandes dosis de humor inteligente e ironía, que a veces roza el absurdo, como en Zazie en el metro (1959).
[6] PEREC, Georges, La Disparition, Denoel Editions, 1969.
[7] Juan Luís Martínez (1942-1993), poeta que a fines de los 70 y principios de los 80 irrumpió en la escena lírica chilena con una poesía rupturita, escéptica e iconoclasta, incomprendida por buena parte de la crítica y rechazada por más de un editor. Los versos de Martínez han circulado por más de 20 años como fotocopias, aunque ahora la situación empieza a cambiar. La Nueva Novela –curiosamente a pesar del nombre– obra paradigmática de la vanguardia poética chilena se ha convertido en un objeto de un nuevo culto, el de la tacha de la autoría y la disolución del autor. Ver Artículo Reconfiguración del concepto de autor”, en Revista Poética VersOados, Madrid. http://www.geocities.com/versoados/conceptodeautor.htm
[8] En La nueva novela, obra paradigmática de la neovanguadia poética chilena, J. L. Martínez anticipa la escritura hipertextual, bajo el soporte de un libro para armar, desentrañar, recorrer, en algún sentido completar o construir, esto a partir de las tareas poéticas que aparecen allí prescritas, o los diversos enlaces con los que están tejidos problemas de física y matemática con otros de gramática, sintaxis e incluso ética.
Es imposible reseñar todos los juegos fantásticos del pensamiento, de la palabra, del contexto tipográfico y autoral, que esta obra nos presenta. Los textos de La nueva novela tienen la estructura del problema lógico, físico o matemático, con un espacio en blanco para su resolución, o con la solución misma a pie de página.
[9] PEREC, Georges, La vida instrucciones de uso, Ed. Hachette, Madrid, 1987
[10] Como Poe, baste como ejemplo la minuciosa descripción que hace de la habitación de Roderick Usher en La caída de la Casa Usher.
[11] PEREC, Georges, Las Cosas, René Julliard, 1965
[12]PEREC, George, W o el recuerdo de la infancia, Ed. Península, Barcelona, 1987.
[13] Ver “El Hipertexto y Las nuevas retóricas de la postmodernidad; textualidad, redes y discurso ex –céntrico”, Adolfo Vásquez Rocca, Originalmente publicado en formato impreso en PHILOSOPHICA, Revista del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile, Volumen 27, 2004.
[14] PERÈC, Georges, W o el recuerdo de la infancia, París-Carros-Blévy.
Adolfo Vasquez Rocca Revista de Filosofía Dr. Adolfo Vásquez Rocca
Adolfo Vásquez Rocca – Doctor en Filosofía
Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV, mención Filosofía Contemporánea y Estética. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés Bello UNAB. Profesor de la Escuela de Periodismo, Profesor Adjunto Escuela de Psicología y de la Facultad de Arquitectura UNAB Santiago. – En octubre de 2006 y 2007 es invitado por la ‘Fundación Hombre y Mundo’ y la UNAM a dictar un Ciclo de Conferencias en México. – Miembro del Consejo Editorial Internacional de la ‘Fundación Ética Mundial‘ de México. Director del Consejo Consultivo Internacional de ‘Konvergencias‘, Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo, Argentina. Miembro del Consejo Editorial Internacional de Revista Praxis – Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional UNA, Costa Rica. Miembro del Conselho Editorial da Humanidades em Revista, Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil y del Cuerpo Editorial de Sophia –Revista de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador–. –Secretario Ejecutivo de Revista Philosophica PUCV. –Asesor Consultivo de Enfocarte –Revista de Arte y Literatura– Cataluña / Gijón, Asturias, España. –Miembro del Consejo Editorial Internacional de ‘Reflexiones Marginales‘ –Revista de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM. –Miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) con sede en Bruselas, Bélgica. Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. – Profesor visitante Florida Christian University USA y Profesor Asociado al Grupo Theoria –Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado– UCM. Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello. Artista conceptual. Ha publicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008. Invitado especial a la International Conference de la Trienal de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale 2011
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VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “GEORGES PEREC; PENSAR Y CLASIFICAR“, en Revista ADAMAR, Nº 26, 2007, Sitio incluido en el Directorio Mundial de Literatura de la UNESCO. http://adamar.org/ivepoca/node/232

VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “PENSAR Y CLASIFICAR; GEORGES PEREC, ESCRITOR Y TRAPECISTA”, En Escáner Cultural, Revista de Arte Contemporáneo y Nuevas Tendencias, Santiago, 2007, http://revista.escaner.cl/node/88
“He olvidado las razones que me hicieron escoger, a los doce años, Tierra del Fuego para instalar allí W: los fascistas de Pinochet se han encargado de dotar a mi fantasma de un último eco. Hoy varios islotes de Tierra del Fuego son campos de deportados”
PEREC, George, W o el recuerdo de la infancia, Ed. Península, Barcelona, 1987.
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VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “GEORGES PEREC; PENSAR Y CLASIFICAR“, en Revista ADAMAR, Nº 26, 2007, Sitio incluido en el Directorio Mundial de Literatura de la UNESCO. http://adamar.org/ivepoca/node/232E-mail: adolfovrocca@gmail.com
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VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “GEORGES PERÈC O LA LITERATURA COMO ARTE COMBINATORIA: INSTRUCCIONES DE USO”. En MARGEN CERO, Madrid.
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“He olvidado las razones que me hicieron escoger, a los doce años, Tierra del Fuego para instalar allí W: los fascistas de Pinochet se han encargado de dotar a mi fantasma de un último eco. Hoy varios islotes de Tierra del Fuego son campos de deportados”

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Georges Perèc; pensar y clasificar

GEORGES PEREC PENSAR/CLASIFICAR; LA VIDA, INSTRUCCIONES DE USO ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA



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Georges Perec por Adolfo Vásquez Rocca





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Vásquez Rocca, Adolfo, "Lógica paraconsistente, paradojas y lecturas parasitarias: Del virus del lenguaje a las lógicas difusas, (Lewis Carroll, B. Russell, K. Gödel y W. S. Burroughs)", En EIKASIA, Revista de Filosofía, Nº 58 – 2014, Sociedad Asturiana de Filosofía SAF, Oviedo, España, pp. 41– 64.
Vásquez Rocca, Adolfo, “Nietzsche y Freud, negociación, culpa y crueldad: las pulsiones y sus destinos, eros y thanatos (agresividad y destructividad)”, En EIKASIA Nº 57, 2014, Revista de Filosofía, Oviedo, SAF - Sociedad Asturiana de Filosofía.

Vásquez Rocca, Adolfo, "Sloterdijk: el retorno de la religión, la lucha de los monoteísmos históricos y el asedio a jerusalén; Psicopolítica de los bancos de ira, apocalipsis y relatos escatológicos; del fundamentalismo islámico a los espectros de Marx". En Revista Almiar - III Época Nº 75 - 2014, ISSN: 1696-4807, MARGEN CERO, Madrid.

Vásquez Rocca, Adolfo, “Freud y Kafka: Criminales por sentimiento de culpabilidad: En torno a la crueldad, el sabotaje y la auto-destructividad humana”, En EIKASIA, Revista de la Sociedad Asturiana de Filosofía SAF, Nº 55 – marzo, 2014 - ISSN 1885-5679 – Oviedo, España, pp. 73 – 92.

Vásquez Rocca, Adolfo, “Zoología Política: Disturbios en el Parque Humano, Cultura de Masas y el modelo amigable de la Sociedad Literaria”, En Revista Almiar, MARGEN CERO, Madrid, III Época – Nº 73 marzo–abril, 2014.

Vásquez Rocca, Adolfo, “Peter Sloterdijk: Constitución Psico-inmunitaria de la naturaleza humana, Ciencia Zoológica y Ciencia Pneumática; Deriva biotecnológica e historia espiritual de la criatura”, En Academia.edu, Manuscritos Transversales, 2014, pp. 45–66; y Cuaderno de Materiales, ISSN: 1139-4382, Universidad Complutense de Madrid, Nº 26, 2014.

(2013)
Vásquez Rocca, Adolfo, "Arte Conceptual y Posconceptual. La idea como arte: Duchamp, Beuys, Cage y Fluxus", En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas - UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID, Nómadas Nº 37  |  Enero-Junio 2013 (I), pp. 100 - 130.
Vásquez Rocca, Adolfo, “Peter Sloterdijk: El animal acrobático, prácticas antropotécnicas y diseño de lo humano”,  En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas - UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID, NÓMADAS. Nº 39 | Julio-Diciembre, 2013 (I)  pp. 100-125.

Vásquez Rocca, Adolfo, " Foucault; 'Los Anormales', una Genealogía de lo Monstruoso; Apuntes para una Historiografía de la Locura.",  En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas - UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID, —NÓMADAS. Nº 34 – 2012 (2), pp. 403 - 420

Vásquez Rocca, Adolfo, "Sloterdijk: Neuroglobalización, estresores y prácticas psico-inmunológicas", En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas - UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID, Nómadas Nº 35 | Julio-Diciembre.2012 - 2013 (I), pp. 427 - 457

Vásquez Rocca, Adolfo, “Peter Sloterdijk: Experimentos con uno mismo. Ensayos de intoxicación voluntaria y constitución psicoinmunitaria de la naturaleza humana”, REVISTA DE ANTROPOLOGÍA EXPERIMENTAL, Nº 13,  2013 -  pp. 323-340  -  ISSN: 1578-4282,  UNIVERSIDAD DE JAÉN  (España). 

Vásquez Rocca, Adolfo, "Peter Sloterdijk: Celo de Dios, neo-expresionismo islámico y política exterior norteamericana", EIKASIA, Revista de la Sociedad Asturiana de Filosofía SAF, Nº 53 – diciembre, 2013 - ISSN 1885-5679 – Oviedo, España, pp. 23 – 40.

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Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial  de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España,  2008. 221 páginas | I.S.B.N.: 978-84-7822-523-1

Libro: Rorty: el Giro narrativo de la Ética o la Filosofía como género literario [Compilación de Conferencias en México D.F.] Editorial Hombre y Mundo (H & M), México, 2009,  450 páginas I.S.B.N.: 978-3-7800-520-1



 
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Doctor en Filosofía y Teoría del Arte _ Universidad Complutense de Madrid. Profesor Universitario, Académico Investigador UNAB_PUCV _ Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor Asociado al Grupo Theoria – Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado –UCM. Eastern Mediterranean University - Academia.edu. Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello. –Investigador Asociado y Profesor adjunto de la Escuela Matríztica de Santiago – Consultor Experto del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad (CNIC)–. Profesor de Postgrado, Magister en Biología-Cultural, Escuela Matríztica de Santiago y Universidad Mayor. http://www.danoex.net/adolfovasquezrocca.html

GEORGES PEREC: PENSAR / CLASIFICAR; LA VIDA, INSTRUCCIONES DE USO Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PHD. LITERATURA Y FILOSOFÍA

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GEORGES PEREC: PENSAR Y CLASIFICAR; LA VIDA, INSTRUCCIONES DE USO  Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PHD. LITERATURA Y FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA

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    GEORGES PEREC: PENSAR / CLASIFICAR; LA VIDA, INSTRUCCIONES DE USO Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PHD. LITERATURA Y FILOSOFÍA

    EXPOSICIÓN Pintura: -Obra: “PENSAR Y CLASIFICAR, PEQUEÑOS EJERCICIOS DE DESCONCIERTO. HOMENAJE A GEORGES PERÈC**, ESCRITOR Y TRAPECISTA”. ** http://lnkd.in/bx_xET Autor: Adolfo Vásquez Rocca Técnica Mixta: Óleo, Carboncillo y Extracto de Nogal Colección: La Condición Posthumana. -Año: 2014 En Galería Artelista Worldwide SL Ver: http://lnkd.in/b3by9xQ -Obras de la Colección: http://lnkd.in/bx8niY7








    GEORGES PEREC: PENSAR Y CLASIFICAR; LA VIDA, INSTRUCCIONES DE USO  Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PHD. LITERATURA Y FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA

     

    Pensar y clasificar; Georges Perec, escritor y trapecista.

    Pensar y clasificar; Georges Perec, escritor y trapecista.

    Dr. Adolfo Vásquez Rocca

    Universidad Complutense de Madrid


    Introducción
    ... el resto es literatura.
    Clasificando el mundo para comprenderlo a su modo, Perec no cesó de trastocar las convenciones de lo sensible y las jerarquí­as establecidas. Su mirada confiere a la trivialidad, a los seres y a las cosas cotidianas una densidad inesperada que nos turba y nos maravilla.
    Perec es uno de los escritores más interesantes e imaginativos del siglo XX que, además de haber sido el creador de los crucigramas semanales de la revista Le Point, de Parí­s, realizó guiones cinematográficos, varias novelas, poesí­as, ensayos literarios y sorprendentes piezas teatrales. Perec, continua siendo casi desconocido para el gran público, a pesar de que existen traducciones de sus obras a 15 idiomas y goza de celebridad entre autores –para quienes constituye una inspiración– como es el caso de Raúl Ruiz1, al modo como Jean Genet lo constituyo para Sartre.
    La imagen que Perí¨c dejó tras de sí­ es mitológica. Hombre de infatigable libertad, para quien las palabras eran el medio de imponer eternidad a los objetos, fue perfeccionando con minucia el retrato que iba a dejar a la posteridad.
    Desde hace más de una década, Parí­s ha sido poseí­do por el culto a Perí¨c, que se refleja en los incontables grupos teatrales, asociaciones de vecinos y clubes con su nombre. Todo autor francés de crucigramas ha desafiado alguna vez a sus lectores con los palí­ndromos, anagramas, heterogramas, homofoní­as, "bolas de nieve" y demás dramas alfabéticos en los que Perí¨c era un consumado maestro. Quienes lo conocieron dicen que era un hombre extraño, tierno, alegre, atento, curioso, con una inusual conciencia de su lugar en la historia.
    Vestí­a siempre una camisa de cuello alto, se cortaba el pelo al rape y sus enormes ojos verdes, que centelleaban ante la menor respiración de la vida, le conferí­an un cierto aire seductor, disipado por los infinitos lunares y verrugas en las mejillas y las orejas apantalladas.
    Dos años después parecí­a otra persona. Se habí­a dejado crecer una barba desflecada en la mandí­bula, que casi en seguida se volvió gris. El pelo enmarañado sobre la frente y los ojos, cada vez más abiertos, cada vez más asombrados, dominaban una cara radiante de tierna lucidez.
    Desde comienzos de los 60, Perí¨c trasegaba las calles de Parí­s en busca de lo que él llamaba "las hierbas perdidas de la ciudad": balcones, sillas de café, señales del metro, melodí­as cantadas por los vagabundos, frases hechas, listas de compras, sellos postales, boletas de supermercado.
    De su infancia desgarrada dará cuenta mucho más tarde, en una obra de tí­tulo enigmático, W. Allí­ evocará Isy, al padre que murió combatiendo en junio de 1940, y a Cyrla, la madre desaparecida tres años después en los crematorios de Auschwitz. Evocará la carencia de amor y la sorprendente felicidad de no necesitar el amor.
    Unos tí­os a los que casi nunca veí­a, le permitieron graduarse como sociólogo y trabajar como investigador en el célebre Centre National de la Recherche Scientifique. Todo el resto es literatura.
    A fines de los 50, devorado por una fugaz fiebre polí­tica, publicó artí­culos combativos en las revistas Partisans y Cause commune, y con un dúo de amigos, Roland Barthes y Henri Lefevbre, fundó el grupo 'Argumentos', cuya única finalidad era conversar.
    Luego, los tres se apartaron para escribir. Lo hací­an frenéticamente, con saña, como si el próximo minuto de vida dependiera de la próxima palabra. En 1965, Perí¨c publicó Les choses. Su éxito fue fulgurante.
    1.- Perec o la Literatura como Arte Combinatoria.
    Una lista de las pinturas colgadas en una galerí­a de arte, 81 variaciones sobre una receta de cocina para principiantes, una simple enumeración de cosas o de suposiciones, una serie de datos precisos acerca de sucesos intrascendentes, no parecen configurar la estructura ideal para el trabajo de un escritor.
    ¿Que interés artí­stico puede tener la simple enumeración de algunas de las infinitas posibilidades de ordenar los libros de una biblioteca...? Es difí­cil que un amante de los crucigramas, los acrósticos y las fugas de vocales pueda llegar a considerar a estos trabajosos pasatiempos como formas literarias. Sin embargo en obras como La vida instrucciones de uso2 (1978) Perec3, escritor y trapecista, escritor de culto y amigo de Raúl Ruiz, demuestra a través de una sucesión de descripciones –articuladas según el arte combinatoria– una apasionante forma de describir el universo partiendo sólo de lo hallado en una casa.
    En 1965 Perí¨c obtiene el premio Renaudot por su primera novela –Les choses Las cosas4 donde narra la progresiva desaparición de un joven matrimonio de diletantes parisinos entre sus aspiraciones sociales y sus ansias revolucionarias. En 1967, junto al extraordinario novelista Raymond Queneau5 –miembro del Colegio de Patafí­sica6, director de la Encyclopédie de la Pléiade– y el matemático Franí§oise Le Lionnais forma OULIPO (Ouvroir de Littérature Potentielle "Taller de literatura potencial"), que entre sus miembros llegó a contar con figuras como Ní¶el Arnaud, Marcel Bénabou, Italo Calvino, Marcel Duchamp, Luc í‰tienne, y Albert-Marie Schmidt entre otros. El objetivo del grupo era explorar el potencial combinatorio de aquellas coerciones formales como la gramática y las reglas de estilo, persiguiendo siempre la expansión del campo de posibilidades narrativas. Explorar los juegos y las combinatorias posibles dentro de las reglas convencionales de la literatura.
     


    El inclasificable talento narrativo de Perí¨c crece bajo la influencia, precisamente, de los experimentos realizados al interior del OULIPO. Oulipo fue una de las últimas vanguardias, o una de las primeras neovanguardias, capaz de abrir las ventanas de la ficción al aire puro de la ciencia y la combinatoria matemática, y cuyo Atlas de littérature potentielle acaba de reimprimir 'Gallimard', un catálogo de máquinas textuales para la creación literaria (palí­ndromos, como el de 5.000 palabras pergeñado por el propio Perí¨c, anagramas, lipogramas como el que da razón de su novela La disparition, crucigramas, juegos de repetición y recurrencia, caligramas, estructuras combinatorias y otros mecanismos a los que el lector se podrá asomar en el manual de Mí rius Serra, Verbalia. Juegos de palabras y esfuerzos del ingenio literario (Pení­nsula, 2001).
    En 1969 Perí¨c presenta su novela La Disparition7 (El Secuestro), una novela policial que relata la misteriosa desaparición de Tonio Vocel y una secuencia delirante de maldiciones, asesinatos, incestos, venganzas y todos los componentes de una tragedia pequeño burguesa: banquetes, accidentes de tránsito, pistas falsas, policí­as rudos, informes desclasificados de inteligencia, variaciones del Zahir borgeano, paráfrasis a Melville, citas a un desconocido poeta chileno, descripciones de vestidos Chanel color gris o blanco, discusiones sobre arte moderno, variaciones sobre música docta, la utilización arbitraria de algunas palabras, cartas testimonio delirantes, y la desaparición o secuestro de la letra "e" (la más utilizada en la lengua francesa), que en el excelente trasvasije del equipo traductor derivó en la desaparición o secuestro de la letra "a" en nuestra lengua castellana, tan omnipresente como su contraparte francesa. Perec construyó su obra a base de desafí­os y artificios: escribir una novela prescindiendo de la letra "e", la vocal más común en francés, o construir una narración siguiendo los pisos de un edificio. Ahora se publican por primera vez en español Me acuerdo, unas peculiares memorias en las que se prescinde de la cronologí­a para acumular casi 500 frases que empiezan con las dos palabras del tí­tulo.
    La obra de Perí¨c decodifica su brillante imaginerí­a para construir un relato en que las formas y sus limitaciones se convierten en un organismo expresivo que expande y contrae al mismo tiempo las reglas de la escritura novelí­stica, arrastrando esa ilusión pictórica que es la pequeña historia natural del hombre hacia registros de diversa naturaleza, hacia una polisemia textual, al modo de las paradojas en el cine chamánico de Raúl Ruiz, el Zahir borgeano, el alfabeto Creador, el arte combinatorio, todo esto, cruzado por citas de un desconocido poeta chileno que prefiere "emanar una identidad velada" así­ como por la práctica de la intertextualidad.
    Ahora bien, se pueden tener fundadas presunciones acerca de que este poeta no es otro que Juan Luis Martí­nez8, el autor de la Nueva novela9, entre las que se cuentan el carácter experimental de su poesí­a, su juego desestabilizador de estructuras y géneros narrativos, la inclusión de puzzles, crucigramas y caligramas de poesí­a china, pero sobretodo el tí­tulo, en La nueva novela, de uno de sus poemas y la dedicatoria de otro de ellos, a saber, en el primer caso "La desaparición [La Disparition] de una familia" y, en el segundo, la dedicatoria del poema o artefacto "La grafologí­a" a Franí§oise Le Lionnais – el matemático y fundador junto a Queneau del Ouvroir de Littérature Potentielle.
    Tras este breve excursus volvamos sobre la obra de Perí¨c, ahora para referirnos a la que es, seguramente, su obra más importante, La vida instrucciones de uso.
    2.- La vida instrucciones de uso.
    La vida instrucciones de uso no es más que una descripción de una finca, pero tan barroca y pormenorizada que llegará a cubrir buena parte de la historia, geografí­a, polí­tica y bellas artes del último siglo.
    Cada uno de sus breves capí­tulos está dedicado a una estancia del edificio, el comedor del tercero a la derecha; el dormitorio de los Foulerot; un tramo de escaleras y consiste en una descripción meticulosa y exacta de la habitación y de los objetos allí­ presentes: mobiliario, adornos, cuadros y estampas, cualquier cosa nos será dibujada con palabras, tantas como sea necesario para evitar ambigí¼edades: las descripciones de centenares de objetos podrí­an ser recuperadas para un catálogo de venta por correo, siendo más fieles y vivaces que muchas fotos. Si, por casualidad, se encontrase alguien en la pieza bajo estudio (persona, animal o recuerdo de antiguo inquilino), también nos será descrito, con menos énfasis en lo fí­sico que en sus ocupaciones y breve biografí­a. En caso de existir anécdotas interesantes protagonizadas por el personaje, o por alguien muy próximo, nos serán relatadas en este momento.
    Algo no muy distinto a lo que ha hecho Ruiz al adaptar al cine En búsqueda del tiempo perdido de Proust.
    Capí­tulo a capí­tulo, el libro se enriquece con una variada colección de objetos, personas e historias que poco a poco, al establecerse nexos entre ellos, van dibujando algo mucho mayor que una simple aglomeración de habitaciones, tal como las teselas de un mosaico van formando una figura: una "novela de novelas", riquí­sima, con interesantes personajes cuyas aventuras se extienden, durante décadas, por varios océanos y continentes. Dentro de todas ellas, un par de metáforas de la novela: el pintor que quiere representar en un gran lienzo a todos los inquilinos de la casa, presentes y pasados, y el inglés excéntrico que dedica su vida a no dejar huella, mediante un complicadí­simo procedimiento en el que los puzzles juegan el papel principal. Como prueba del abrumador contenido del libro, varios í­ndices al final: de nombres, cronologí­as e historias.
    Es en el preámbulo a su La vida instrucciones de uso nos ofrece como clave de la novela una defensa del hecho epistemológico del puzzle o rompecabezas (es el conjunto el que determina a los elementos), seguido de una sucinta descripción de las piezas que lo constituye.
    La vida instrucciones de uso10 se pretende la mirada parcial pero totalizadora de un edificio, sus lugares y sus habitantes. Cada nuevo capí­tulo supone la descripción exhaustiva de un espacio, según sean los objetos dispuestos sobre las mesas (según sean estas mesas y el resto del mobiliario), los cuadros sobre las paredes (y lo que en ellos queda ilustrado). Dispuesta la escena, según sea el momento, se sucede la posibilidad de una historia, ya sea de lo que acontece o lo que ha acontecido, a partir de lo cual revisa antecedentes o consecuencias.
     

     
    El estilo de Perec es muchas veces árido, semejante al de un acta policial, notarial o forense. El autor intenta mantenerse neutral frente a lo descrito, por lo que, para no discriminar lugares, objetos o personas, lo retrata todo con la misma meticulosidad, nos parezca o no relevante.
    En la reiteración obsesiva de sus descripciones, enumeraciones y clasificaciones de objetos se puede advertir un fijar la atención minuciosa y escrutadora sin menoscabo del carácter provisorio que bajo su mirada adquiere cualquiera realidad.
    Es en este sentido que la obra de Perec tiene la vocación del catálogo. Es por eso que resulta tan fascinante como el hecho del catálogo mismo, armado en función de un propósito, cual ordenamiento arbitrario de la realidad (o una parte de ella) para quedar como su referente, profuso en la descripción de su escenario.
    El catálogo siempre nos sobrepasa, en su extensión no cabe agotarlo; como el diccionario, se convierte en referencia y, al margen de su naturaleza, como ilustración que lo sitúa y determina en el paisaje de lo escrito. Se trata de una lista convenida, el resultado de una pesquisa hecha en función de uno o varios parámetros. Se asume convenida a pesar de que, en primera instancia, pudiera parecer aleatoria. Y es en tales términos que se convierte en un reto, a partir de los objetos, personas o ideas que son puestos en evidencia, ordenados de tal o cual modo que uno debe descubrir los lineamientos que hacen posibles el rigor del catálogo. Se trata entonces, como en la novela policí­aca –otra máquina de rigores– de un juego en el que queda representada la gesta trágica del héroe, desdoblada en sus alcances sobre el lector, quien –en una continuidad de parques– acaba por recorrer (y ser parte de) el laberinto, trampa que esconde el último sinsentido de toda historia.
    Aquí­ el espacio circunscrito por la narración tiene rasgos próximos a las escenas oní­ricas donde nuestra vitalidad se nutre de la obliteración sucesiva de la conciencia, alejándonos de este modo de nuestra historia, hundiéndonos en una oscuridad que advertimos como falla constitutiva de la memoria.
    La escritura puede, sin embargo, dispensar a nuestra memoria, a la consciencia de nuestro vivir: las palabras le brindan consistencia a los itinerarios vanos del movimiento por el que las cosas se digieren a sí­ mismas en nosotros. Así­, esta necesidad de enumerar y clasificar, de pensar y describir, bien puede resultar la irrenuencia de una aspiración de ser. Sin embargo, hecha esta concesión, es preciso señalar que lo que resta en la escritura no es el sujeto ni su historia, el yo ni las cosas, sino el vací­o de una historia, su mero itinerario sin rumbo definido ni finalidad. De modo que la aspiración de ser no significarí­a ya el ser que aspira a constituirse o permanecer, sino el que resulta aspirado en la escritura quedando tan sólo la huella impresa del vací­o que el mismo ser es.
    En la obra de Perí¨c existe una vocación de arqueólogo de lo sentimental. A lo largo de sus páginas, los personajes cobran consistencia gracias al catálogo que determina sus vidas, situándolos en medio de intrigas melodramáticas, misteriosos ví­nculos con objetos y sí­ntomas compulsivos que dan lugar a aquellos particulares diagnósticos, heredados de la patologí­a de autores de la modernidad decimonónica11. Se trata de un breve museo í­ntimo que servirá para anclar la existencia de estos personajes al inventario a partir del cual se reconocen y alinean. El catálogo, pues, determina las posibilidades de su historia, y su lugar en la trama.
    3.- Las cosas.
    Así­ también en su novela Las cosas12 los actos pueden leerse -como caligramas- en las cosas, viene dicha, en varios niveles, su procedencia y su uso. Distendido, pero con vocación clí­nica, Perí¨c hace la descripción que enumera y significa los objetos según una acción que se sucede en la inercia que supone el misterio revelado detrás de su enlistado. Dos mundos quedan superpuestos en tal descripción, el de las cosas, que en tal orden y sucesión suponen una expectativa (y por tanto, una carencia), un gusto (y por tanto una mirada), un conocimiento (y por tanto, una cifra). Esta el mundo de las cosas y el mundo que dice a las cosas, separación que parece arbitrarí­a en la tensión paradójica de su mutua dependencia.
    En Las cosas, la rí­gida separación sucesiva del catálogo es desleí­da en una descripción que suple -a la manera de Balzac en de Zapa- una mirada posible, recorrido que podrí­a ser emulado por una cámara, para que el lector, como entendido, lea en la disposición del escenario la naturaleza del crimen. Al igual que en un grabado de Durero, donde cada cosa y disposición le dice algo al entendido. Hay una vocación irresistible de Perí¨c por el signo, tan lleno de posibles referencias -o claves- en uno u otro contexto -no siempre dicho- inerme en su sentido para quien no puede o no tiene una lectura exhaustiva, y por tanto, perdido por omisión de su intención original.
    En las primeras páginas de Las cosas, Perí¨c se dedica a describir lo que nos revela después como un anhelo aún no conseguido, por los dos personajes centrales (y su cí­rculo de amigos) que viven a través de los objetos que acumulan, desechan, añoran y consiguen. Son las cosas en su sucesión las que permiten la acción de la novela, desposeí­da de finalidad última (una desvirtuada felicidad en términos aristotélicos) que constituyen el grado cero de la novela burguesa, sin redención posible, desesperada en una acumulación frente a la nada.
    Pero ante el vací­o queda la posibilidad de sostenerse (o de menos, asirse) en la cuerda floja del texto, novelado en su agotamiento como negación que señala y evidencia sus mecanismos, como máquina revelada desde la que cabe descifrar la naturaleza de lo sagrado, que se escurre en el trazo del plano cartesiano que da un lugar a cada elemento que constituye al paisaje narrado. Es en la perversidad natural de este esquema -en la necesidad que se tiene de un ordenamiento a pesar de se inutilidad final- que Perí¨c redime al mundo, desde el gesto hecho signo, de sus coordenadas. Roto, fragmentado, el plano cartesiano pierde sentido, cada mí­nimo espacio de la cuadricula cumple con una taxonomí­a pero no con un sentido. De ese trazo, Perí¨c deriva al que produce un rompecabezas.
    4.- W o el recuerdo de la infancia.
    Otro ejemplo de catálogo en Perí¨c lo tenemos en su novela W o el recuerdo de la infancia13 donde Perí¨c realiza lo que se podrí­a entender, por una parte, como la práctica del comentario exegético propio de la hermenéutica judí­a, y por otra, como una aproximación a una narrativa de estructura hipertextual14.
    Aquí­, en primera instancia no es posible establecer una secuencia lineal en la que ocurren los acontecimientos, sino, a lo menos, tres ejes de narración: el relato del rastreo de un hombre con falsa identidad al que se le encomienda una misión; la descripción institucional –sistemas de valores, leyes y costumbres– de una comunidad fueguina fanática del deporte llamada W; y las ensoñaciones de un hombre que presenta su infancia manipulando los recuerdos de su niñez.

    En esta última secuencia es que Perí¨c bifurca el ya bifurcado texto central, realizando comentarios y comentarios de comentarios; generando con ello una estructura cada vez más compleja en la que se desplaza constantemente el centro de atención. Esto plantea desafí­os al lector que deberá primero sobreponerse a la creencia de que es un libro mal escrito, y segundo deberá ser capaz de transitar de una secuencia narrativa a otra encontrando los puntos de intersección que comuniquen de un modo casi siempre no explicito las unidades de lectura. De este modo, el lector también deberá atenerse a la posibilidad de que el texto se multiplique exponencialmente, atisbando con ello una mirada al infinito; o hacia varios infinitos pues la geometrí­a tanto cabalí­stica como hipertextual establece constructos ordenados con varios centros.
    Sin embargo, si se tratara de descubrir un mismo fondo a partir del cual se articulan las distintas secuencias narrativas, éste serí­a, el problema del poder. En efecto se advierte una preocupación fundamental acerca de las instituciones y los totalitarismos polí­ticos, incluso cercanos:
    "He olvidado las razones que me hicieron escoger, a los doce años, Tierra del Fuego para instalar allí­ W: los fascistas de Pinochet se han encargado de dotar a mi fantasma de un último eco. Hoy varios islotes de Tierra del Fuego son campos de deportados"15.
    El orden interno de la obra serí­a, entonces, el de la meditación sobre el poder desde distintas perspectivas, logrando con ello una visión desde la marginalidad.
    Adolfo Vásquez Rocca PhD
    1VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, "Raúl Ruiz, l'enfant terrible de la vanguardia parisina; la poética del cine" en Almiar -© Margen Cero- Madrid, 2006 <http://www.margencero.com/articulos/articulos2/raul_ruiz.htm>
    2PEREC, Georges, La vida instrucciones de uso, Ed. Hachette, Madrid, 1987.
    3Perec nace el 7 de marzo de 1936 en Parí­s, de padres polacos.
    4PEREC, Georges, Les choses, Paris: Julliard, 1965.
    5 QUENEAU, Raymond, escritor y matemático francés. Tras un primer contacto con el surrealismo, Queneau inició una evolución más personal que se caracterizó por la tendencia a tomar el lenguaje como elemento de experimentación formal, cuya máxima manifestación serí­an los Ejercicios de estilo (1947), que presentan hasta 99 formas distintas de contar un mismo y trivial episodio ocurrido en un autobús. Su pasión por las matemáticas, los enigmas y los juegos estratégicos, le sirvió para construir mundos cientí­fico-imaginarios que él denominaba "patafí­sicos": Les temps míªlés (1941), Saint Glinglin (1948). Autor poco dado a las confesiones y a las intimidades, a pesar de algunas novelas que podrí­an considerarse autobiográficas, su universo literario está construido con grandes dosis de humor inteligente e ironí­a, que a veces roza el absurdo, como en Zazie en el metro (1959).
    6 VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, Artí­culo "Alfred Jarry: patafí­sica, virtualidad y heterodoxia" Zona Moebius, United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization, año 3 / noviembre - diciembre 2005.
    7PEREC, Georges, La Disparition, Denoel Editions, 1969.
    8Juan Luí­s Martí­nez (1942-1993), poeta que a fines de los 70 y principios de los 80 irrumpió en la escena lí­rica chilena con una poesí­a rupturista, escéptica e iconoclasta, incomprendida por buena parte de la crí­tica y rechazada por más de un editor. Los versos de Martí­nez han circulado por más de 20 años como fotocopias, aunque ahora la situación empieza a cambiar. La Nueva Novela –curiosamente a pesar del nombre– obra paradigmática de la vanguardia poética chilena se ha convertido en un objeto de un nuevo culto, el de la tacha de la autorí­a y la disolución del autor. Ver Artí­culo "La reconfiguración del concepto de autor. Alteridad e Identidad en la poesí­a de Juan Luis Martí­nez" En Cyber Humanitatis Nº 33 (Verano 2005), Revista de la Facultad de Filosofí­a y Humanidades, Universidad de Chile ISSN 0717-2869.
    9En La nueva novela, obra paradigmática de la neovanguadia poética chilena, J. L. Martí­nez anticipa la escritura hipertextual, bajo el soporte de un libro para armar, desentrañar, recorrer, en algún sentido completar o construir, esto a partir de las tareas poéticas que aparecen allí­ prescritas, o los diversos enlaces con los que están tejidos problemas de fí­sica y matemática con otros de gramática, sintaxis e incluso ética.
    Es imposible reseñar todos los juegos fantásticos del pensamiento, de la palabra, del contexto tipográfico y autoral, que esta obra nos presenta. Los textos de La nueva novela tienen la estructura del problema lógico, fí­sico o matemático, con un espacio en blanco para su resolución, o con la solución misma a pie de página.
    10 PEREC, Georges, La vida instrucciones de uso, Ed. Hachette, Madrid, 1987
    11Como Poe, baste como ejemplo la minuciosa descripción que hace de la habitación de Roderick Usher en La caí­da de la Casa Usher.
    12PEREC, Georges, Las Cosas, René Julliard, 1965.
    13PEREC, George, W o el recuerdo de la infancia, Ed. Pení­nsula, Barcelona, 1987.
    14Ver "El Hipertexto y Las nuevas retóricas de la postmodernidad; textualidad, redes y discurso ex –céntrico" Adolfo Vásquez Rocca, en PHILOSOPHICA, Revista del Instituto de Filosofí­a de la Pontificia Universidad Católica de Valparaí­so, Chile, Volumen 27, 2004.
    15PERíˆC, Georges, W o el recuerdo de la infancia, Parí­s-Carros-Blévy.

    Adolfo Vásquez Rocca PhD
    Adolfo Vasquez Rocca

    Doctor en Filosofí­a por la Pontificia Universidad Católica de Valparaí­so; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofí­a IV. Áreas de Especialización Antropologí­a y Estética. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofí­a de la PUCV; Profesor de Antropologí­a en la Escuela de Medicina y de Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés Bello, UNAB. Profesor asociado al Grupo Theoria Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado.
    Director de la Revista Observaciones Filosóficas

     
    • Miembro del Consejo Editorial Internacional de 'Cuadernos del Seminario' - Revista del Seminario del Espacio ISSN 0718-4247 Vicerrectorí­a de Investigación y Estudios Avanzados Pontificia Universidad Católica de Valparaí­so.
    • Director del Consejo Consultivo Internacional de Konvergencias, Revista de Filosofí­a y Culturas en Diálogo, Argentina. ISSN 1669-9092 http://www.konvergencias.net/
    • Columnista y colaborador permanente en Staff de Revistas y publicaciones españolas, entre las que se cuentan:

      A PARTE REI ISSN: 1137-8204 -Revista de la Sociedad de Estudios Filosóficos de Madrid-

      Ní“MADAS Revista Crí­tica de Ciencias Sociales y Jurí­dicas ISSN 1578-6730 - Universidad Complutense de Madrid.

      EIKASIA, Revista de Filosofí­a, ISSN 1885-5679 – Oviedo, España.

      DEBATS, Revista de Filosofí­a y crí­tica cultural, ISSN 0212-0585, Institució Alfons el Magní nim, Valencia, España .
    Artí­culos relacionados del autor

     
    Adolfo Vásquez Rocca. Cine, literatura y arte combinatorio : Ensayos sobre la Postmodernidad Perí¨c, Greenaway y Aronofsky. Nómadas: revista crí­tica de ciencias sociales y jurí­dicas, ISSN 1573-6730, Nº. 11. 2005.
    Adolfo Vásquez Rocca. Perec o La literatura como arte combinatoria : Instrucciones de uso. En Margen Cero, Madrid

    http://www.margencero.com/articulos/articulos2/georgesperec.htm

    Reseñados en Atlas de littérature potentielle, France


     GEORGES PERÈC; PENSAR Y CLASIFICAR
     Adolfo Vásquez Rocca
    ... el resto es literatura.

    Introducción
    Clasificando el mundo para comprenderlo a su modo, Georges Perèc no cesó de trastocar las convenciones de lo sensible y las jerarquías establecidas. Su mirada confiere a la trivialidad, a los seres y a las cosas cotidianas una densidad inesperada que nos turba y nos maravilla.
    Georges Perèc es uno de los escritores más interesantes e imaginativos del siglo XX que, además de haber sido el creador de los crucigramas semanales de la revista Le Point, de París, realizó guiones cinematográficos, varias novelas, poesías, ensayos literarios y sorprendentes piezas teatrales. Georges Perèc, continua siendo casi desconocido para el gran público, a pesar de que existen traducciones de sus obras a 15 idiomas y goza de celebridad entre autores –para quienes constituye una inspiración– como es el caso de Raúl Ruiz[1], al modo como Jean Genet lo constituyo para Sartre.
    La imagen que Perèc dejó tras de sí es mitológica. Hombre de infatigable libertad, para quien las palabras eran el medio de imponer eternidad a los objetos, fue perfeccionando con minucia el retrato que iba a dejar a la posteridad.
    Desde hace más de una década, París ha sido poseído por el culto a Perèc, que se refleja en los incontables grupos teatrales, asociaciones de vecinos y clubes con su nombre. Todo autor francés de crucigramas ha desafiado alguna vez a sus lectores con los palíndromos, anagramas, heterogramas, homofonías, “bolas de nieve” y demás dramas alfabéticos en los que Perèc era un consumado maestro. Quienes lo conocieron dicen que era un hombre extraño, tierno, alegre, atento, curioso, con una inusual conciencia de su lugar en la historia.
    Vestía siempre una camisa de cuello alto, se cortaba el pelo al rape y sus enormes ojos verdes, que centelleaban ante la menor respiración de la vida, le conferían un cierto aire seductor, disipado por los infinitos lunares y verrugas en las mejillas y las orejas apantalladas.
    Dos años después parecía otra persona. Se había dejado crecer una barba desflecada en la mandíbula, que casi en seguida se volvió gris. El pelo enmarañado sobre la frente y los ojos, cada vez más abiertos, cada vez más asombrados, dominaban una cara radiante de tierna lucidez.
    Desde comienzos de los 60, Perèc trasegaba las calles de París en busca de lo que él llamaba “las hierbas perdidas de la ciudad”: balcones, sillas de café, señales del metro, melodías cantadas por los vagabundos, frases hechas, listas de compras, sellos postales, boletas de supermercado.
    De su infancia desgarrada dará cuenta mucho más tarde, en una obra de título enigmático, W. Allí evocará Isy, al padre que murió combatiendo en junio de 1940, y a Cyrla, la madre desaparecida tres años después en los crematorios de Auschwitz. Evocará la carencia de amor y la sorprendente felicidad de no necesitar el amor.
    Unos tíos a los que casi nunca veía, le permitieron graduarse como sociólogo y trabajar como investigador en el célebre Centre National de la Recherche Scientifique. Todo el resto es literatura.
    A fines de los 50, devorado por una fugaz fiebre política, publicó artículos combativos en las revistas Partisans y Cause commune, y con un dúo de amigos, Roland Barthes y Henri Lefevbre, fundó el grupo 'Argumentos', cuya única finalidad era conversar.
    Luego, los tres se apartaron para escribir. Lo hacían frenéticamente, con saña, como si el próximo minuto de vida dependiera de la próxima palabra. En 1965, Perèc publicó Les choses. Su éxito fue fulgurante.

     

    1. Georges Perèc o la Literatura como Arte Combinatoria

    Una lista de las pinturas colgadas en una galería de arte, 81 variaciones sobre una receta de cocina para principiantes, una simple enumeración de cosas o de suposiciones, una serie de datos precisos acerca de sucesos intrascendentes, no parecen configurar la estructura ideal para el trabajo de un escritor.
    ¿Que interés artístico puede tener la simple enumeración de algunas de las infinitas posibilidades de ordenar los libros de una biblioteca...? Es difícil que un amante de los crucigramas, los acrósticos y las fugas de vocales pueda llegar a considerar a estos trabajosos pasatiempos como formas literarias. Sin embargo en obras como La vida instrucciones de uso[2] (1978) Georges Perèc[3], escritor y trapecista, escritor de culto y amigo de Raúl Ruiz, demuestra a través de una sucesión de descripciones –articuladas según el arte combinatoria– una apasionante forma de describir el universo partiendo sólo de lo hallado en una casa.
    En 1965 Perèc obtiene el premio Renaudot por su primera novela  –Les choses–  Las cosas[4] donde narra la progresiva desaparición de un joven matrimonio de diletantes parisinos entre sus aspiraciones sociales y sus ansias revolucionarias. En 1967, junto al extraordinario novelista Raymond Queneau[5] –miembro del Colegio de Patafísica[6], director de la Encyclopédie de la Pléiade– y el matemático Françoise Le Lionnais forma OULIPO (Ouvroir de Littérature Potentielle “Taller de literatura potencial”), que entre sus miembros llegó a contar con figuras como Nöel Arnaud, Marcel Bénabou, Italo Calvino, Marcel Duchamp, Luc Étienne, y Albert-Marie Schmidt entre otros. El objetivo del grupo era explorar el potencial combinatorio de aquellas coerciones formales como la gramática y las reglas de estilo, persiguiendo siempre la expansión del campo de posibilidades narrativas. Explorar los juegos y las combinatorias posibles dentro de las reglas convencionales de la literatura.
    El inclasificable talento narrativo de Perèc crece bajo la influencia, precisamente, de los experimentos realizados al interior del OULIPO. Oulipo fue una de las últimas vanguardias, o una de las primeras neovanguardias, capaz de abrir las ventanas de la ficción al aire puro de la ciencia y la combinatoria matemática, y cuyo Atlas de littérature potentielle acaba de reimprimir 'Gallimard', un catálogo de máquinas textuales para la creación literaria (palíndromos, como el de 5.000 palabras pergeñado por el propio Perèc, anagramas, lipogramas como el que da razón de su novela La disparition, crucigramas, juegos de repetición y recurrencia, caligramas, estructuras combinatorias y otros mecanismos a los que el lector se podrá asomar en el manual de Màrius Serra, Verbalia. Juegos de palabras y esfuerzos del ingenio literario (Península, 2001).
    En 1969 Perèc presenta su novela La Disparition[7] (El Secuestro), una novela policial que relata la misteriosa desaparición de Tonio Vocel y una secuencia delirante de maldiciones, asesinatos, incestos, venganzas y todos los componentes de una tragedia pequeño burguesa: banquetes, accidentes de tránsito, pistas falsas, policías rudos, informes desclasificados de inteligencia, variaciones del Zahir borgeano, paráfrasis a Melville, citas a un desconocido poeta chileno, descripciones de vestidos Chanel color gris o blanco, discusiones sobre arte moderno, variaciones sobre música docta, la utilización arbitraria de algunas palabras, cartas testimonio delirantes, y la desaparición o secuestro de la letra “e” (la más utilizada en la lengua francesa), que en el excelente trasvasije del equipo traductor derivó en la desaparición o secuestro de la letra “a” en nuestra lengua castellana, tan omnipresente como su contraparte francesa. Georges Perèc construyó su obra a base de desafíos y artificios: escribir una novela prescindiendo de la letra “e”, la vocal más común en francés, o construir una narración siguiendo los pisos de un edificio. Ahora se publican por primera vez en español Me acuerdo, unas peculiares memorias en las que se prescinde de la cronología para acumular casi 500 frases que empiezan con las dos palabras del título.
    La obra de Perèc decodifica su brillante imaginería para construir un relato en que las formas y sus limitaciones se convierten en un organismo expresivo que expande y contrae al mismo tiempo las reglas de la escritura novelística, arrastrando esa ilusión pictórica que es la pequeña historia natural del hombre hacia registros de diversa naturaleza, hacia una polisemia textual, al modo de las paradojas en el cine chamánico de Raúl Ruiz, el Zahir borgeano, el alfabeto Creador, el arte combinatorio, todo esto, cruzado por citas de un desconocido poeta chileno que prefiere “emanar una identidad velada”, así como por la práctica de la intertextualidad.
    Ahora bien, se pueden tener fundadas presunciones acerca de que este poeta no es otro que Juan Luis Martínez[8], el autor de la Nueva novela[9], entre las que se cuentan el carácter experimental de su poesía, su juego desestabilizador de estructuras y géneros narrativos, la inclusión de puzzles, crucigramas y caligramas de poesía china, pero sobretodo el título, en La nueva novela, de uno de sus poemas y la dedicatoria de otro de ellos, a saber, en el primer caso “La desaparición [La Disparition] de una familia” y, en el segundo, la dedicatoria del poema o artefacto “La grafología” a Françoise Le Lionnais – el matemático y fundador junto a Queneau del Ouvroir de Littérature Potentielle.
    Tras este breve excursus volvamos sobre la obra de Perèc, ahora para referirnos a la que es, seguramente, su obra más importante, La vida instrucciones de uso.
    2. La vida, instrucciones de uso
    La vida instrucciones de uso no es más que una descripción de una finca, pero tan barroca y pormenorizada que llegará a cubrir buena parte de la historia, geografía, política y bellas artes del último siglo.
    Cada uno de sus breves capítulos está dedicado a una estancia del edificio, el comedor del tercero a la derecha; el dormitorio de los Foulerot; un tramo de escaleras y consiste en una descripción meticulosa y exacta de la habitación y de los objetos allí presentes: mobiliario, adornos, cuadros y estampas, cualquier cosa nos será dibujada con palabras, tantas como sea necesario para evitar ambigüedades: las descripciones de centenares de objetos podrían ser recuperadas para un catálogo de venta por correo, siendo más fieles y vivaces que muchas fotos. Si, por casualidad, se encontrase alguien en la pieza bajo estudio (persona, animal o recuerdo de antiguo inquilino), también nos será descrito, con menos énfasis en lo físico que en sus ocupaciones y breve biografía. En caso de existir anécdotas interesantes protagonizadas por el personaje, o por alguien muy próximo, nos serán relatadas en este momento.
    Algo no muy distinto a lo que ha hecho Ruiz al adaptar al cine En búsqueda del tiempo perdido de Proust.
    Capítulo a capítulo, el libro se enriquece con una variada colección de objetos, personas e historias que poco a poco, al establecerse nexos entre ellos, van dibujando algo mucho mayor que una simple aglomeración de habitaciones, tal como las teselas de un mosaico van formando una figura: una "novela de novelas", riquísima, con interesantes personajes cuyas aventuras se extienden, durante décadas, por varios océanos y continentes. Dentro de todas ellas, un par de metáforas de la novela: el pintor que quiere representar en un gran lienzo a todos los inquilinos de la casa, presentes y pasados, y el inglés excéntrico que dedica su vida a no dejar huella, mediante un complicadísimo procedimiento en el que los puzzles juegan el papel principal. Como prueba del abrumador contenido del libro, varios índices al final: de nombres, cronologías e historias.


    Es en el preámbulo a su La vida instrucciones de uso nos ofrece como clave de la novela una defensa del hecho epistemológico del puzzle o rompecabezas (es el conjunto el que determina a los elementos), seguido de una sucinta descripción de las piezas que lo constituye.
    La vida instrucciones de uso[10] se pretende la mirada parcial pero totalizadora de un edificio, sus lugares y sus habitantes. Cada nuevo capítulo supone la descripción exhaustiva de un espacio, según sean los objetos dispuestos sobre las mesas (según sean estas mesas y el resto del mobiliario), los cuadros sobre las paredes (y lo que en ellos queda ilustrado). Dispuesta la escena, según sea el momento, se sucede la posibilidad de una historia, ya sea de lo que acontece o lo que ha acontecido, a partir de lo cual revisa antecedentes o consecuencias.
    El estilo de Georges Perèc es muchas veces árido, semejante al de un acta policial, notarial o forense. El autor intenta mantenerse neutral frente a lo descrito, por lo que, para no discriminar lugares, objetos o personas, lo retrata todo con la misma meticulosidad, nos parezca o no relevante.
    En la reiteración obsesiva de sus descripciones, enumeraciones y clasificaciones de objetos se puede advertir un fijar la atención minuciosa y escrutadora sin menoscabo del carácter provisorio que bajo su mirada adquiere cualquiera realidad.
    Es en este sentido que la obra de Georges Perèc tiene la vocación del catálogo. Es por eso que resulta tan fascinante como el hecho del catálogo mismo, armado en función de un propósito, cual ordenamiento arbitrario de la realidad (o una parte de ella) para quedar como su referente, profuso en la descripción de su escenario.
    El catálogo siempre nos sobrepasa, en su extensión no cabe agotarlo; como el diccionario, se convierte en referencia y, al margen de su naturaleza, como ilustración que lo sitúa y determina en el paisaje de lo escrito. Se trata de una lista convenida, el resultado de una pesquisa hecha en función de uno o varios parámetros. Se asume convenida a pesar de que, en primera instancia, pudiera parecer aleatoria. Y es en tales términos que se convierte en un reto, a partir de los objetos, personas o ideas que son puestos en evidencia, ordenados de tal o cual modo que uno debe descubrir los lineamientos que hacen posibles el rigor del catálogo. Se trata entonces, como en la novela policíaca –otra máquina de rigores– de un juego en el que queda representada la gesta trágica del héroe, desdoblada en sus alcances sobre el lector, quien –en una continuidad de parques– acaba por recorrer (y ser parte de) el laberinto, trampa que esconde el último sinsentido de toda historia.
    Aquí el espacio circunscrito por la narración tiene rasgos próximos a las escenas oníricas donde nuestra vitalidad se nutre de la obliteración sucesiva de la conciencia, alejándonos de este modo de nuestra historia, hundiéndonos en una oscuridad que advertimos como falla constitutiva de la memoria.
    La escritura puede, sin embargo, dispensar a nuestra memoria, a la consciencia de nuestro vivir: las palabras le brindan consistencia a los itinerarios vanos del movimiento por el que las cosas se digieren a sí mismas en nosotros. Así, esta necesidad de enumerar y clasificar, de pensar y describir, bien puede resultar la irrenuencia de una aspiración de ser. Sin embargo, hecha esta concesión, es preciso señalar que lo que resta en la escritura no es el sujeto ni su historia, el yo ni las cosas, sino el vacío de una historia, su mero itinerario sin rumbo definido ni finalidad. De modo que la aspiración de ser no significaría ya el ser que aspira a constituirse o permanecer, sino el que resulta aspirado en la escritura quedando tan sólo la huella impresa del vacío que el mismo ser es.
    En la obra de Perèc existe una vocación de arqueólogo de lo sentimental. A lo largo de sus páginas, los personajes cobran consistencia gracias al catálogo que determina sus vidas, situándolos en medio de intrigas melodramáticas, misteriosos vínculos con objetos y síntomas compulsivos que dan lugar a aquellos particulares diagnósticos, heredados de la patología de autores de la modernidad decimonónica[11]. Se trata de un breve museo íntimo que servirá para anclar la existencia de estos personajes al inventario a partir del cual se reconocen y alinean. El catálogo, pues, determina las posibilidades de su historia, y su lugar en la trama.

    3.  Las cosas


    Georges Pèrec - Les Choses
    Así también en su novela Las cosas[12] los actos pueden leerse -como caligramas- en las cosas, viene dicha, en varios niveles, su procedencia y su uso. Distendido, pero con vocación clínica, Perèc hace la descripción que enumera y significa los objetos según una acción que se sucede en la inercia que supone el misterio revelado detrás de su enlistado. Dos mundos quedan superpuestos en tal descripción, el de las cosas, que en tal orden y sucesión suponen una expectativa (y por tanto, una carencia), un gusto (y por tanto una mirada), un conocimiento (y por tanto, una cifra). Esta el mundo de las cosas y el mundo que dice a las cosas, separación que parece arbitraría en la tensión paradójica de su mutua dependencia.
    En Las cosas, la rígida separación sucesiva del catálogo es desleída en una descripción que suple -a la manera de Balzac en de Zapa- una mirada posible, recorrido que podría ser emulado por una cámara, para que el lector, como entendido, lea en la disposición del escenario la naturaleza del crimen. Al igual que en un grabado de Durero, donde cada cosa y disposición le dice algo al entendido. Hay una vocación irresistible de Perèc por el signo, tan lleno de posibles referencias -o claves- en uno u otro contexto -no siempre dicho- inerme en su sentido para quien no puede o no tiene una lectura exhaustiva, y por tanto, perdido por omisión de su intención original.
    En las primeras páginas de Las cosas, Perèc se dedica a describir lo que nos revela después como un anhelo aún no conseguido, por los dos personajes centrales (y su círculo de amigos) que viven a través de los objetos que acumulan, desechan, añoran y consiguen. Son las cosas en su sucesión las que permiten la acción de la novela, desposeída de finalidad última (una desvirtuada felicidad en términos aristotélicos) que constituyen el grado cero de la novela burguesa, sin redención posible, desesperada en una acumulación frente a la nada.
    Pero ante el vacío queda la posibilidad de sostenerse (o de menos, asirse) en la cuerda floja del texto, novelado en su agotamiento como negación que señala y evidencia sus mecanismos, como máquina revelada desde la que cabe descifrar la naturaleza de lo sagrado, que se escurre en el trazo del plano cartesiano que da un lugar a cada elemento que constituye al paisaje narrado. Es en la perversidad natural de este esquema -en la necesidad que se tiene de un ordenamiento a pesar de se inutilidad final- que Perèc redime al mundo, desde el gesto hecho signo, de sus coordenadas. Roto, fragmentado, el plano cartesiano pierde sentido, cada mínimo espacio de la cuadricula cumple con una taxonomía pero no con un sentido. De ese trazo, Perèc deriva al que produce un rompecabezas.

    4. W, o el recuerdo de la infancia

    Otro ejemplo de catálogo en Perèc lo tenemos en su novela W o el recuerdo de la infancia[13]  donde Perèc realiza lo que se podría entender, por una parte, como la práctica del comentario exegético propio de la hermenéutica judía, y por otra, como una aproximación a una narrativa de estructura hipertextual[14].
    Aquí, en primera instancia no es posible establecer una secuencia lineal en la que ocurren los acontecimientos, sino, a lo menos, tres ejes de narración: el relato del rastreo de un hombre con falsa identidad al que se le encomienda una misión; la descripción institucional –sistemas de valores, leyes y costumbres– de una comunidad fueguina fanática del deporte llamada W; y las ensoñaciones de un hombre que presenta su infancia manipulando los recuerdos de su niñez.
    En esta última secuencia es que Perèc bifurca el ya bifurcado texto central, realizando comentarios y comentarios de comentarios; generando con ello una estructura cada vez más compleja en la que se desplaza constantemente el centro de atención. Esto plantea desafíos al lector que deberá primero sobreponerse a la creencia de que es un libro mal escrito, y segundo deberá ser capaz de transitar de una secuencia narrativa a otra encontrando los puntos de intersección que comuniquen de un modo casi siempre no explicito las unidades de lectura. De este modo, el lector también deberá atenerse a la posibilidad de que el texto se multiplique exponencialmente, atisbando con ello una mirada al infinito; o hacia varios infinitos pues la geometría tanto cabalística como hipertextual establece constructos ordenados con varios centros.
    Sin embargo, si se tratara de descubrir un mismo fondo a partir del cual se articulan las distintas secuencias narrativas, éste sería, el problema del poder. En efecto se advierte una preocupación fundamental acerca de las instituciones y los totalitarismos políticos, incluso cercanos:
    “He olvidado las razones que me hicieron escoger, a los doce años, Tierra del Fuego para instalar allí W: los fascistas de Pinochet se han encargado de dotar a mi fantasma de un último eco. Hoy varios islotes de Tierra del Fuego son campos de deportados”[15].
    El orden interno de la obra sería, entonces, el de la meditación sobre el poder desde distintas perspectivas, logrando con ello una visión desde la marginalidad.

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      Adolfo Vásquez Rocca Doctor en Filosofía 

    ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D
    Adolfo Vásquez Rocca - Doctor en Filosofía

    Adolfo Vásquez Rocca
    Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
    Universidad Andrés Bello UNAB
    Universidad Complutense de Madrid
    E-mail: adolfovrocca@gmail.com

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    [1]  VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, Raúl Ruiz, l'enfant terrible de la vanguardia parisina; la poética del cine en  Almiar  -© Margen Cero- Madrid,  2006
    [2]  PEREC, Georges,  La vida instrucciones de uso, Ed. Hachette, Madrid, 1987.
    [3]  Georges Perèc nace el 7 de marzo de 1936 en París, de padres polacos.
    [4]  PEREC, Georges, Les choses, Paris: Julliard, 1965.
    [5]  QUENEAU, Raymond,  escritor y matemático francés. Tras un primer contacto con el surrealismo, Queneau inició una evolución más personal que se caracterizó por la tendencia a tomar el lenguaje como elemento de experimentación formal, cuya máxima manifestación serían los Ejercicios de estilo (1947), que presentan hasta 99 formas distintas de contar un mismo y trivial episodio ocurrido en un autobús. Su pasión por las matemáticas, los enigmas y los juegos estratégicos, le sirvió para construir mundos científico-imaginarios que él denominaba “patafísicos”: Les temps mêlés (1941), Saint Glinglin (1948). Autor poco dado a las confesiones y a las intimidades, a pesar de algunas novelas que podrían considerarse autobiográficas, su universo literario está construido con grandes dosis de humor inteligente e ironía, que a veces roza el absurdo, como en Zazie en el metro (1959).
    [6]  VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, Artículo Alfred Jarry: patafísica, virtualidad y heterodoxia, Zona Moebius, United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization, año 3 / noviembre - diciembre 2005.
    [7]  PEREC, Georges, La Disparition,  Denoel  Editions,  1969.
    [8]  Juan Luís Martínez (1942-1993), poeta que a fines de los 70 y principios de los 80 irrumpió en la escena lírica chilena con una poesía rupturista, escéptica e iconoclasta, incomprendida por buena parte de la crítica y rechazada por más de un editor. Los versos de Martínez han circulado por más de 20 años como fotocopias, aunque ahora la situación empieza a cambiar. La Nueva Novela –curiosamente a pesar del nombre–  obra paradigmática de la vanguardia poética chilena se ha convertido en un objeto de un nuevo culto, el de la tacha de la autoría y la disolución del autor. Ver Artículo “La reconfiguración del concepto de autor. Alteridad e Identidad en la poesía de Juan Luis Martínez”, En Cyber Humanitatis Nº 33 (Verano 2005), Revista de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile ISSN 0717-2869.
    [9]  En La nueva novela, obra paradigmática de la neovanguadia poética chilena, J. L. Martínez anticipa la escritura hipertextual, bajo el soporte de un libro para armar, desentrañar, recorrer, en algún sentido completar o construir, esto a partir de las tareas poéticas que aparecen allí prescritas, o los diversos enlaces con los que están tejidos problemas de física y matemática con otros de gramática, sintaxis e incluso ética.
    Es imposible reseñar todos los juegos fantásticos del pensamiento, de la palabra, del contexto tipográfico y autoral, que esta obra nos presenta. Los textos de La nueva novela tienen la estructura del problema lógico, físico o matemático, con un espacio en blanco para su resolución, o con la solución misma a pie de página.
    [10]  PEREC, Georges, La vida instrucciones de uso, Ed. Hachette, Madrid, 1987
    [11]  Como Poe, baste como ejemplo la minuciosa descripción que hace de la habitación de Roderick Usher en La caída de la Casa Usher.
    [12]  PEREC, Georges, Las Cosas,  René Julliard, 1965.
    [13]  PEREC, George, W o el recuerdo de la infancia, Ed. Península, Barcelona, 1987.
    [14]  Ver  “El Hipertexto y  Las nuevas retóricas de la postmodernidad; textualidad, redes y discurso ex –céntrico”, Adolfo Vásquez Rocca, en PHILOSOPHICA, Revista del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile, Volumen 27, 2004.
    [15]  PERÈC, Georges, W o el recuerdo de la infancia, París-Carros-Blévy.
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     Adolfo Vásquez Rocca Doctor en Filosofía 

    ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D

    Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV, mención Filosofía Contemporánea y Estética.

    Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés Bello UNAB. Profesor de la Escuela de Periodismo, Profesor Adjunto Escuela de Psicología y de la Facultad de Arquitectura UNAB Santiago. Profesor PEL Programa Especial de Licenciatura en Diseño, UNAB – DUOC UC.
    En octubre de 2006 y 2007 es invitado por la 'Fundación Hombre y Mundo' y la UNAM a dictar un Ciclo de Conferencias en México.
    Miembro del Consejo Editorial Internacional de la 'Fundación Ética Mundial' de México. Director del Consejo Consultivo Internacional de 'Konvergencias', Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo, Argentina.  Miembro del Consejo Editorial Internacional de Revista Praxis. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional UNA, Costa Rica. Miembro del Conselho Editorial da Humanidades em Revista, Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil y del Cuerpo Editorial de Sophia –Revista de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador–.  –Secretario Ejecutivo de Revista Philosophica  PUCV.

    Asesor Consultivo de Enfocarte –Revista de Arte y Literatura– Cataluña / Gijón, Asturias, España. –Miembro del Consejo Editorial Internacional de 'Reflexiones Marginales' –Revista de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM. –Editor Asociado de Societarts, Revista de artes y humanidades, adscrita a la Universidad Autónoma de Baja California. –Miembro del Comité Editorial de International Journal of Safety and Security in Tourism and Hospitality, publicación científica de la Universidad de Palermo. –Miembro Titular del Consejo Editorial Internacional de Errancia,  Revista de Psicoanálisis, Teoría Crítica y Cultura –UNAM– Universidad Nacional Autónoma de México. –Miembro del Consejo Editorial de Revista “Campos en Ciencias Sociales”, Universidad Santo Tomás  © , Bogotá, Colombia.

    Miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) con sede en Bruselas, Bélgica.  Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. – Profesor visitante Florida Christian University USA y Profesor Asociado al Grupo TheoriaProyecto europeo de Investigaciones de Postgrado –UCM.  Eastern Mediterranean University - Academia.edu. Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello. –Investigador Asociado y Profesor adjunto de la Escuela Matríztica de Santiago –dirigida por el Dr. Humberto Maturana. Consultor Experto del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad (CNIC)– Artista conceptual. Crítico de Arte. Ha publicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial  de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España,  2008.  Invitado especial a la International Conference de la Trienal de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale 2011. Traducido al Francés - Publicado en la sección  Architecture de la Anthologie: Le Néant Dans la Pensée Contemporaine . Publications du Centre Français d'Iconologie Comparée CFIC, Bès Editions , París, ©  2012. Profesor de Postgrado, Magister en Biología-Cultural, Escuela Matríztica de Santiago y Universidad Mayor 2014.




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GEORGES PEREC: PENSAR Y CLASIFICAR; LA VIDA, INSTRUCCIONES DE USO  Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PHD. LITERATURA Y FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEAAdolfo Vásquez Rocca Doctor en Filosofía

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